Los cosméticos naturales tienen cada vez mejor aceptación del público. En Zacatecas, esta área tiene empresas increíbles, como es el caso de Arena Rosa, un proyecto desarrollado sólo por mujeres, que elabora shampoos, pomadas, cremas, jabones y talcos.
Surgió en 2009, tras una capacitación ofrecida por la CONANP en la comunidad Los Encinos, perteneciente al municipio de Concepción del Oro. Acudieron 38 mujeres, de las cuales sólo 9 aceptaron darle seguimiento. Según mencionan sus integrantes, en la actualidad ocho mantienen a flote la marca.
“Cuando quedó conformada nosotras sabíamos que ocupábamos cosas para iniciar, así que la CONANP nos llevó a CONAFOR. Ellos nos han apoyado a mantener este proyecto, desde las herramientas, hasta tener el lugar en el que trabajamos”, mencionaron.
Los productos se venden directamente en su comunidad, aunque también han llamado el interés de otras entidades y de Estados Unidos. Hay personas que compran grandes cantidades para comerciarlas y otros que eligen adquirir los productos por envío a través de CONAFOR y maestros del municipio.
“Aunque no somos muy conocidas, cada día las personas que prueban nuestros productos nos recomiendan y es la forma como vamos ganando clientes, poquitos, pero vamos creciendo”, explicaron.
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Semidesierto en rosa
Antes de convertirse en una marca reconocida, Arena Rosa espera seguir trabajando y alcanzando nuevos mercados. Hasta el momento, el proceso de elaboración es realizado por sus integrantes, quienes acuden al taller 3 veces por semana y tienen sus roles bien establecidos:
- Estela Balderas Belmares es la presidenta
- Irma Moreno Rivera es la tesorera
- Irene Barrón Moreno se desempeña como secretaria
- Olga Martínez Moreno es la responsable de calidad
- Antonina Mendoza Rojas, María Aurelia Puente Rojas, Guadalupe Moreno Lira y Katty Janet Barrón están a cargo de funciones complementarias.
A lo largo de su historia, Arena Rosa ha crecido gracias a la experiencia que han adquirido sus integrantes. Ellas platican que han viajado a otros estados para conocer proyectos similares al suyo, de manera que han compartido e intercambiado conocimientos.
Lo importante de casos como este es que el crecimiento está casi condicionado por el apoyo de la gente, así que es necesaria su difusión. Sin lugar a dudas, esta es una historia que podría tomar vuelo e impactar de forma positiva a otras mujeres que están por iniciar el camino para realizar sus sueños:
“En ocasiones creímos que nada era posible, que al estar en una comunidad rural, alejadas de las ciudades, no podíamos obtener nada del semidesierto. Luego vimos que todo es posible, más si se tiene el deseo y se trabaja en equipo. Nos ayudamos con las ganancias y nos sentimos útiles aparte de hacer las labores domésticas”, finalizaron.