México es el país que más consume agua embotellada en el mundo, de acuerdo con datos publicados en Expansión; lo cual apunta, entre muchas otras cosas, a la desconfianza que el consumidor mexicano tiene a los sistemas de potabilización del agua.
Para un connacional es impensable servirse un vaso de agua directamente del grifo, como se hace con naturalidad en muchas otras naciones, y esta falta de confianza ha hecho surgir un valioso mercado. Según la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera del Inegi, el año pasado fueron envasados 6 581 millones de litros de agua, cantidad superior 6.19 por ciento a la de 2013.
No es difícil imaginar que esto genera una competencia encarnizada entre las marcas principales, además de un impresionante número de botellas de plástico que apenas si se reciclan.
En Aguascalientes, amén de los pequeños negocios dedicados a este ramo, las grandes firmas buscan el nicho del mercado empresarial. Su estrategia para llegar a él es la personalización de los envases de agua para que sean entregados como cortesía a clientes y prospectos.