La cancelación del tradicional festejo del Festival de las Calaveras debido a la contingencia sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus, habituado a celebrarse entre la última semana de octubre y la primera de noviembre, acarreará pérdidas por alrededor de 200 millones de pesos por la derrama económica que dejará de ingresar al estado.
Así lo dio a conocer Gil Gordillo Mendoza, secretario de Comisiones del Colegio de Economistas de Aguascalientes, quien refirió que la festividad alrededor del 2 de noviembre ha venido ganando importancia en el sector turístico de la entidad, por lo que la suspensión impactará negativamente a una amplia variedad de sectores como el alojamiento, el transporte, restaurantes, bares y lugares de ocio.
“El turismo tiene un impacto en varios sectores. Obviamente la principal derrama económica se concentra en el alojamiento: del cien por ciento, el 28% de la derrama se dirige a este rubro. El transporte concentra el 18; los restaurante y bares el 15%; algunos estados donde están más enfocados a artesanías y bienes, representa el 11%; el comercio el 8%; y en menor medida, los servicios culturales y recreativos, cada uno el 1%”, explicó el economista.
En este sentido, Gordillo Mendoza destacó la responsabilidad de las empresas afectadas por asumir con entereza la cancelación del Festival de las Calaveras, la cual se une a la no realización de la Feria Nacional de San Marcos debido a que las condiciones sanitarias no eran las más adecuadas.
“Por ello, debemos de tomar en cuenta que se requiere una estrategia para poder emprender la recuperación [de la industria turística] y no tener pérdidas tan representativas en estos sectores que les comento”, declaró.
Al respecto, el economista señaló que la recién inaugurada Ruta del Vino contribuyó a elevar la ocupación hotelera en la entidad a un 38%, si bien esta cifra queda lejos del 61% observado en el año anterior previo a la pandemia por el coronavirus. Gil Gordillo Mendoza expresó que Aguascalientes ha venido mostrando números positivos en la ocupación hotelera en los últimos cinco años, incluso superiores a la media nacional (ubicada en 53%).