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Anna Lara Atelier: Experiencia Red Carpet en Zacatecas

Ana Lucía Lara, diseñadora de Anna Lara Atelier, sintió desde niña el llamado de la moda. A los diez años, en el taller de costura de su abuela, entre dibujos de vestidos y revistas, decidió entregar su vida al estilo.

Llegado el momento avisó a su familia que el “yo quiero ser diseñadora de modas” de su infancia estaba cerca de materializarse, que debía buscar la institución adecuada para su formación profesional. Evaluó dos posibles y eligió la Universidad de Monterrey, pues además de la instrucción teórica proporcionaba un ambiente de convivencia entre alumnos.

En 2010 realizó una estancia de seis meses en Francia, en la prestigiosa escuela de arte y diseño Parsons Paris. Donde además de complementar los conocimientos adquiridos en Monterrey, tuvo una educación especializada. “En París te hacen reflexionar sobre cómo debes realizar los modelos, te incitan a explorar tu creatividad”.

Tras graduarse en 2012 hizo sus prácticas profesionales ejercitando sus habilidades con un diseñador en Monterrey. Al culminarlas aceptó la propuesta del Corporativo Soriana para desarrollarse en el área de compras. Aun cuando aprendió más de lo que esperaba durante su estadía en ambos sitios, descubrió que la vida de oficina no era precisamente lo que más deseaba, sus anhelos la dirigían al taller.

Un día tuvo a bien enviar un correo para realizar un intership en Nueva York, el intercambio de correos duró lo suficiente para enterarse que en la firma de alta costura Marchesa, estaban dispuestos a recibirla de inmediato.

Ya en el taller de la marca le fueron conferidas algunas responsabilidades que crecieron gracias a su desempeño satisfactorio. Desde el primer día demostró que estaba lista para pertenecer a ese lugar: 

“Me pidieron que preguntara en el taller quién necesitaba ayuda, sin saber
me dirigí al diseñador. Sacó un vestido tipo Balenciaga y me pidió que hiciera la réplica. Como me salió bien, me siguieron soltando más y más trabajo. Ahí estuve nueve meses, la mitad en el taller de alta costura y la otra mitad en el de novias”.

Al taller de origen

Anna Lara Atelier se introdujo en el mercado zacatecano en 2013 con la convicción de educar y orientar a las clientas hacia el mejor de los resultados. A través de siete años ha ganado un lugar importante en el gusto y confianza de las mujeres de la metrópoli.

La marca se distingue gracias a su buen gusto y toque inigualable. Se especializa en vestidos de noche, aunque también confeccionan vestidos para ceremonias religiosas como bodas, quince años, bautizos, etc. Los bordados son parte de su sello, en los que es evidente la influencia del diseñador libanés Elie Saab.

Con el objetivo de ofrecer la mayor calidad y satisfacer cabalmente las especificaciones de cada clienta, el número de producción por mes es reducido. Se recomienda agendar con anticipación ya que el proceso creativo lo requiere, según explica Ana Lucía:

 “Me interesa que mi clienta esté cómoda, que sea algo que a ella le guste, combinar lo que ella tiene en mente, lo que sabe que le queda bien, con mi estilo, mi toque. Porque para mí lo más importante es que se sientan satisfechas y vuelvan cuando lo necesiten”.

Al final del día, en Anna Lara Atelier demuestran que un vestido es más que un lujo reservado para las Red Carpet, es una necesidad que atiende a los principios de elegancia y autenticidad. Que es una prenda en la que es posible sentirse bien consigo misma y proyectar lo mejor de la personalidad sin necesidad de palabras.

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