Angélica Piedrahita, artista multimedia egresada de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, y de SUNY at Buffalo, comparte sobre su proceso creativo y los temas que toca en sus obras.
Se ha enfocado mayormente en hacer una crítica a la mediación de los dispositivos tecnológicos. Llegó a hablar sobre la relación entre la estereoscopía con el mundo de la realidad virtual y la realidad aumentada. A través de un documental estereoscópico, fotografías y objetos, ha explorado la ilusión del propio cuerpo humano de querer llegar a lugares ajenos.
Más recientemente Piedrahita ha estado indagando la acústica y el mundo sonoro. En uno de sus proyectos estudió la actividad cardiológica y actualmente trabaja con la bioacústica de los animales, específicamente de las aves.
“Me di cuenta de que precisamente los músicos que hacían avistamiento de aves fueron los pioneros de la bioacústica. Hay una relación entre la ciencia y las artes, que siempre ha estado presente; la manera en la que yo me acerco es cuestionando esos dispositivos que hacen esa mediación entre nuestra experiencia y nuestro conocimiento”, explica la artista.
Todas estas exploraciones artísticas están inspiradas en inquietudes e intereses personales de Piedrahita. Por ejemplo, su trabajo de bioacústica de las aves nació en la pandemia cuando comenzó a escuchar los mirlos que vivían en un árbol al lado de su casa. Puso atención a sus cantos y de ahí surgió la curiosidad.
“Me empezó a nacer esta curiosidad y, al final, pues también soy humana, ¿no? Entonces estas preguntas tan sencillas se vuelven preguntas que todos de alguna manera u otra nos hemos hecho. Voy profundizando y voy escarbando la temática desde una perspectiva más arqueológica”, señala Piedrahita.
De este proyecto resultó una videoinstalación y un alfabeto creado a partir de los sonidos que emiten los cotorros tamaulipecos que habitan en la Alameda y la Macroplaza en Monterrey. De igual manera, la artista está en el proceso de creación de obras que asemejan paisajes dentro de los mismos sonidos, así como piezas de cerámica.
Por otra parte, Angélica Piedrahita también es académica en la Universidad de Monterrey. La artista explica que esto influye en su proceso creativo, pues desde sus inicios ha estado acostumbrada a relacionar sus obras con la investigación académica. Como un flujo, la formación de nuevos artistas influye en su arte y, a su vez, su acercamiento a la docencia se ve marcado por su trabajo artístico