A Aldo Ruiz Sánchez no le gusta el mote de “súper delegado”. “No somos súper”, dice el político aguascalentense; tampoco “vicegobernador”, subraya. Ruiz Sánchez solamente es el representante del Gobierno de México en Aguascalientes.
“A veces nos ponen más atribuciones de las que en realidad tenemos… y no es así. Incluso, hubo un momento en el que nos quisieron confrontar con los gobernadores de los estados hasta que se demostró que no”, señala ante las especulaciones que se generaron, las cuales –afirma- fueron atajadas una vez que entró en vigor la nueva Ley Orgánica de la Administración Federal.
Aldo Ruiz, nacido en el Barrio de La Purísima, fue designado por el presidente Andrés Manuel López Obrador como delegado estatal de Programas de Desarrollo Integral. Será el encargado, entre otras cosas, de implementar los cuatro Programas del Bienestar: 68 y más, Jóvenes Construyendo el Futuro, Personas con Discapacidad y Becas a Jóvenes de Educación Media Superior, los cuales se basan en el censo que están levantando los denominados “servidores de la nación” y que en el caso de la entidad hidrocálida lleva un avance del 80 por ciento.
Daría la vida por el presidente
El delegado estatal no oculta la admiración que tiene por el mandatario de la República, a quien define como un hombre incansable y su ejemplo a seguir en la política. Recuerda que, en 2006, la primera vez que votó -a los 18 años- lo hizo por López Obrador, cuya trayectoria comenzó a seguir a raíz de los comentarios positivos que su abuela materna hacía del tabasqueño cuando éste fungía como jefe de gobierno del Distrito Federal, hoy Ciudad de México.
Hacia septiembre de 2012, AMLO hizo un llamado a los jóvenes del movimiento #YoSoy132, del que Aldo Ruiz era integrante, para formar un nuevo partido: MORENA. Años después, el político aguascalentense asumió la presidencia estatal del partido (2015), la cual ocupó hasta hace unos meses cuando el presidente electo lo invitó personalmente a formar parte de su administración, luego del triunfo obtenido en julio de 2018.
A su trabajo se dedica de tiempo completo, máxime por las altas expectativas generadas por el actual gobierno federal. Se define como uno más en la Cuarta Transformación, que busca la democracia, lucha contra la desigualdad y que daría la vida por el presidente de México. “Si el líder de este país está entregando el 300% de esfuerzo, nosotros tenemos que dar el 500%”, sostiene.