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Analfabetismo financiero, el gran desafío para la empresa mexicana

Por Cuauhtémoc Torres Cruz, consultor Financiero y catedrático UAA

El conocimiento de las finanzas es una asignatura pendiente en nuestro país. Según un estudio publicado en 2017 por el Global Financial Literacy Excellence Center de la Universidad de Washington, en México sólo el 32% de la población tiene conocimientos básicos sobre finanzas. El 68% restante se puede catalogar como población con Analfabetismo Financiero.

Frente a esta realidad podemos explicar los resultados de la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (ENIGH) que formula el INEGI. El reporte advierte que 5 de cada 10 mexicanos batalla para llegar a fin de quincena y que, de este universo, el 70% debe recurrir a préstamos con familiares o tarjetas de crédito para completarla. 

Otra encuesta realizada en 2018 por la plataforma digital Kardmatch, identificó que el 67% de los mexicanos usuarios de tarjetas de crédito utiliza  este método de pago en compras de supermercados y 59% como extensión de su ingreso para adquirir alimentos y despensa.

Ese deficiente manejo de las finanzas familiares provoca escasez de dinero y a su vez detona estrés y conflictos familiares. Todo esto termina afectando el estado anímico, emocional y creativo de los colaboradores de las empresas, con la consecuente destrucción paulatina de la productividad.

El proceso de alfabetización (saber leer y escribir) le ha tomado a nuestro país casi 70 años para efectuarse. De 1950 a 2018 se redujo este índice del 43% al 4%, un programa que sin duda le permitió a nuestro país ingresar a las vías del desarrollo.

Por las mismas razones, hoy nadie podría cuestionar la importancia de una cruzada de Alfabetización Financiera en las empresas mexicanas que aspiren a lograr índices de productividad de clase mundial.

Se requiere abordar el desafío con programas de capacitación y herramientas financieras que le permitan a los colaboradores alcanzar un equilibrio anímico, emocional y creativo que los enfoque a desarrollar junto a sus empresas su máximo potencial.

¿Cuándo iniciaremos el esfuerzo por alfabetizar financieramente a los colaboradores de nuestra empresa?..

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