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AMLO quiere acabar con importaciones de gasolina en tres años

El Presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, buscará poner fin a las importaciones de gasolina, en su mayoría provenientes de los Estados Unidos, para los primeros tres años de su administración. Este sábado, el ganador de la elección presidencial en México afirmó que su gobierno priorizará en incrementar la producción nacional de petróleo crudo para fortalecer la industria energética del país.

En este sentido, el próximo jefe del ejecutivo en México reiteró su intención por construir dos refinerías durante su mandato con el objetivo de que se deje de comprar gasolinas en el extranjero: «Vamos a reactivar de inmediato la actividad petrolera, exploración y perforación de pozos para tener petróleo crudo», dijo en reunión con periodistas.

La producción nacional de crudo se encuentra por debajo del 50 por ciento de su capacidad. En lo que va del año, México ha importado alrededor de 590 mil barriles de gasolina y 232 mil de diésel por día. De acuerdo con Reuters, las importaciones de gasolina han crecido en más del 60 por ciento, y las de diésel se han duplicado desde el inicio de la administración del todavía presidente de México, Enrique Peña Nieto.

El plan energético de Andrés Manuel buscaría recuperar el potencial de la petrolera estatal Pemex, que no opera bajo la capacidad que debería. Tan sólo en los primeros cinco meses del año, la producción del crudo en México promedió 1.9 millones de barriles por día; los niveles más altos de producción de Pemex han alcanzado hasta 3.4 millones de barriles por día, por lo que en comparación con la oferta actual, se tendría una caída del (-)45 por ciento.

El equipo de Andrés Manuel especializado en materia energética estima que el costo de las refinerías sería de 6 mil millones de dólares y tardarían tres años para ser construidas. Sin embargo, especialistas citados por Forbes señalaron que este tipo de infraestructura tardaría hasta 6 años en fincarse y podría alcanzar un costo de 16 mil millones de dólares por el uso de grandes cantidades de aluminio y acero, materias primas que recientemente sufrieron gravámenes impuestos por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

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