Pese a la creciente incidencia del cáncer a nivel global y al mayor conocimiento alrededor de esta enfermedad, todavía existen una serie de mitos y creencias erróneas sobre un padecimiento que se ha ubicado como la tercera causa de muerte en México.
En este sentido, el doctor de San Peregrino Cancer Center, Francisco Pozos Varela, quien cuenta con una especialidad en Endocrinología y una alta especialidad en Diabetes y Metabolismo por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, esclarece las dudas más comunes acerca del cáncer, la alimentación y los hábitos de las personas.
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¿La obesidad es un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad?
Sí, lo cual es aún más preocupante debido a que más del 70% de los adultos mexicanos presenta algún grado de sobrepeso u obesidad.
El especialista menciona que la obesidad favorece la aparición de tumores debido a que el exceso de tejido graso genera hormonas (como leptina o factores de necrosis tumoral) que causan resistencia a la insulina. Para evitar que la glucosa en sangre se eleve, el cuerpo compensa produciendo grandes cantidades de insulina.
“El exceso de insulina tiene el efecto secundario de estimular el crecimiento de los tejidos a través de una mayor reproducción celular. Eventualmente, algunas de estas células, mientras se están dividiendo, pueden acumular mutaciones que las conviertan en una célula tumoral o cancerosa”, explica.
En la obesidad no solo se producen cantidades excesivas de insulina, sino de otras hormonas como leptina o estrona (un tipo de estrógeno), las cuales favorecen este proceso de reproducción celular, agrega. “Los cambios metabólicos y hormonales que suceden en la obesidad afectan a todo nuestro cuerpo y pueden provocar distintos tipos de tumores”, apunta.
En este sentido, el doctor Pozos Varela refiere que la evidencia científica asocia a la obesidad hasta con trece tipos de cáncer, entre los que menciona al cáncer de esófago, endometrio, riñón, hígado, páncreas, estómago, colon, mama, neoplasias sanguíneas como mieloma múltiple, entre otros.
De igual manera, la obesidad tiene comorbilidades asociadas como la diabetes, enfermedad que también tiene relación con cánceres como el de mama, colón, próstata, hígado y páncreas.
Deja el sedentarismo
“A todos mis pacientes les sugiero que mantengan una actividad física regular, porque el sedentarismo también está relacionado con la aparición de tumores”, señala el Dr. Francisco Pozos.
El galeno indica que ya está demostrado que el ejercicio físico regular disminuye entre un 15 y un 25% la aparición de ciertos cánceres. La recomendación general en este sentido es por lo menos hacer treinta minutos de ejercicio, por lo menos cinco días a la semana.
Modera el consumo de alcohol
Pozos Varela menciona que el consumo frecuente de alcohol, aunque sea en cantidades pequeñas, puede contribuir al desarrollo de tumores; no obstante, detalla que estas bebidas tienen el factor dosis-dependiente: entre mayor cantidad, mayor riesgo de aparición de cáncer.
“Existe una relación entre el consumo de alcohol y el desarrollo de distintos tipos de cáncer, no solamente por donde pasa el alcohol al beberlo, como la cavidad oral, faringe, esófago, sino también en otras partes, como por ejemplo en el colón o cáncer de mama”, advierte el doctor.
¿Qué alimentos reducen el riesgo de cáncer?
De manera general, el especialista en endocrinología comparte que una alimentación de tipo mediterránea ayuda a que nuestro cuerpo esté en condiciones saludables. “Esto no significa que debamos estar comiendo diario pescado y aceite de oliva, pero sí procurar incluir nueces, granos enteros, leguminosas, alimentos ricos en fibra…todo esto ayuda a que el organismo esté sano”.
Asimismo, sugiere que al menos la mitad de nuestro plato sea ocupado por vegetales, variados y coloridos, pues ayudarán al organismo gracias a sus efectos antioxidantes, favoreciendo un menor riesgo de padecer cáncer.
Por lo contrario, el doctor subraya que las personas deben procurar moderar su consumo de carnes rojas, sugiriendo una ingesta de hasta dos veces por semana. “Lo que sí debemos procurar evitar al máximo son las carnes rojas procesadas, como las salchichas, jamones, el tocino, las carnes ahumadas o saladas empaquetadas, pues están consideradas como carcinogénicos…”.
A su vez, Dr. Francisco Pozos recomienda evitar el consumo de alimentos ultra-procesados por ser densamente calóricos, con altos contenidos de azúcares, colorantes, conservadores y aditivos.
¿El café favorece la aparición de cáncer?
Si eres de las personas que no puede comenzar su día sin beber su taza de café diaria, puedes permanecer tranquilo. No hay ninguna evidencia que indique que el consumo de café favorezca las posibilidades de desarrollar algún tipo de cáncer, e incluso cada vez existe más certeza de su efecto protector al sistema cardiovascular, menciona el doctor de San Peregrino Cancer Center.
“Obviamente, si podemos tomar el café negro es mucho mejor, pues al agregar caramelos, azúcares o jarabes, entre otros elementos, el beneficio de tomar café se mitiga”, puntualiza.
¿La soya es mala?
Una duda recurrente es si el consumo de soya, debido a su contenido de fitoestrógenos, podría aumentar las posibilidades de favorecer tumores asociados con estrógenos como el cáncer de mama.
El doctor afirma que no hay evidencia que señale que sea perjudicial, añadiendo que incluso hay estudios que han revelado que su consumo reduce ligeramente el riesgo de este tipo de tumores. Por eso, no debes preocuparte por comer soja o productos derivados de ella.
¿El uso de anticonceptivos aumenta el riesgo de cáncer?
Pozos Varela expresa que la gran mayoría de estudios indican que el uso de anticonceptivos orales combinados no favorece el desarrollo de cáncer de mama, y en todo caso, si llegase a existir un aumento en el riesgo, sería pequeño y se eliminaría a los 5 años de haberlos descontinuado. Además, hay evidencia clara que disminuyen el riesgo de cáncer de ovario y endometrio.
¿Debo reducir el uso del microondas?
Todavía hace algunos años había mucha polémica en cuanto al uso del microondas, pues se decía que el electrodoméstico podría originar el desarrollo de enfermedades como el cáncer, lo cual es…falso.
“Los microondas funcionan con ondas no ionizantes. Las radiaciones ionizantes son las que sí provocan cambios en el ADN de las células, lo cual eventualmente puede llevar a mutaciones y la aparición de algunos tipos de cáncer, pero los microondas no tienen nada que ver con eso, por lo tanto es seguro usarlos”, ilustra el Dr. Pozos Varela.
Cuidado con los toppers que usas
Los disruptores endocrinos son químicos que tienen efectos hormonales perjudiciales para nuestro sistema endocrino y que pueden asociarse con distintas enfermedades, como el cáncer. Dos de los disruptores más comunes son los denominados bisfenoles (también conocidos como BPA) y los ptalatos, los cuales actúan principalmente sobre los receptores de estrógenos.
“Estas sustancias se encuentran sobre todo en plásticos donde guardamos los alimentos, en los tuppers, en los termos de plástico y cuando se calientan es cuando más liberan disruptores endocrinos… Por eso, hay que procurar buscar estos productos con la leyenda libres de BPA o en todo caso, usar refractarios de vidrio para guardar nuestros alimentos”, menciona el experto.
El Dr. Francisco menciona que los disruptores endocrinos están asociados al Síndrome de Ovarios Poliquísticos, pubertad precoz, ginecomastia en hombres y cáncer de mama.
