Es falso que llevar una alimentación saludable sea más caro, sostuvo Karen Reyes Rivas, nutrióloga del Programa de Salud en el Adulto y el Anciano de la Secretaría de Salud del Estado, quien señaló que se trata de un tema de educación nutrimental, por lo que recomendó asesorarse con un experto que nos ayude a tener una alimentación equilibrada.
A manera de ejemplo, expuso que un desayuno consistente en huevos a la mexicana con frijoles (que incluya huevos, nopales, jitomate, cebolla, frijoles, tortillas y una taza de leche descremada o light) para dos personas, tiene un costo de 54 pesos, aproximadamente.
En contraparte, un menú altamente calórico para dos personas consistente en dos gorditas de chicharrón (sin queso) y un refresco de 600 ml para cada uno, tiene un costo aproximado de 120 pesos, el doble del costo del platillo anterior.
En este sentido, señaló que el segundo menú no tiene nada que ver en términos de nutrición con el primer menú, dado que éste implica todos los requerimientos que se necesitan, pues contempla fibra y verduras.
Otro ejemplo son chilaquiles con queso y frijoles de la olla, cuyo costo aproximado sería de 56 pesos para dos personas, mientras que tacos de carnitas y refresco para dos personas tendrían un costo de 128 pesos, siendo este último menú más caro que el primero.
La nutrióloga también expuso que hay snacks saludables como jícama con pepino que cuestan 8 pesos, mientras que una bolsa de papas fritas cuesta 14 pesos; otra opción es una manzana que tiene un precio aproximado de 12 pesos, en tanto que un paquete de galletas dulces cuesta 18.50 pesos.
Por otro lado, y cuestionada sobre la “Dieta Keto”, la especialista señaló que es una que está muy de moda, pero que no está recomendada para todas las personas, particularmente para aquellas que padecen diabetes o hipertensión, dado que es alta en grasas y por lo mismo es indispensable que antes de llevarla se consulte con un experto, dado que éste determinará si es adecuada o no para el interesado tomando en cuanta varios aspectos.
Añadió que con este tipo de dieta es indispensable que un nutriólogo vigile la sintomatología del paciente, que vigile la reducción de pesos y que tome un perfil de lípidos cada determinado tiempo, puesto que puede haber un incremento de colesterol o triglicéridos, además que pueden venir otras cuestiones como gastritis o acidez.
Finalmente, Reyes Rivas refirió que el ayuno intermitente tampoco es recomendable para todos, además que llamó a tener cuidado con los productos milagro, señalando que deben distinguirse muy bien de los suplementos alimenticios, toda vez que si fuera cierta su efectividad 7 de cada 10 mexicanos no padecerían sobrepeso y obesidad como ocurre en la actualidad.