La alianza entre Aguascalientes, Guanajuato, San Luis Potosí y Querétaro dio inicio hace más de seis meses y, con la reciente inclusión de Jalisco, los gobiernos de estos estados han realizado cinco encuentros de trabajo con el objeto de plantear proyectos de cooperación.
Para el Colegio de Economistas de Aguascalientes, los avances que esta iniciativa ha mostrado hasta la fecha no han sido suficientes, por lo que sus representantes consideran que los estados deben de tener cuidado en “no politizar” la alianza y dar un seguimiento formal a los proyectos planteados.
Gil Gordillo, secretario de comisiones del organismo, manifestó que la creación de una agencia de representación internacional como “ProBajío” y la constitución de un “Inadem regional” son algunos de los proyectos que han quedado olvidados. Precisó que los gobiernos de la alianza deben de tener una visión más clara y asesesorarse mayormente en el sector privado para consolidar ese tipo de programas:
“No hemos visto un avance tangible en varios proyectos que se mencionaron al inicio. A nivel local se están haciendo esfuerzos pero es necesario involucrar más al sector privado y facilitar las medidas de cooperación”, indicó el especialista.
Gordillo puntualizó que el nombramiento de Ernesto Cordero como secretario técnico de la Alianza del Bajío no fue una decisión acertada, puesto que se vio como un puesto más político. Por ello, invitó a los representantes de la coalición a optar más por líderes del sector académico y empresarial para dirigir los proyectos regionales.
Asimismo, destacó que será importante plantear estrategias específicas para que cada estado de la alianza eleve su competitividad al mismo nivel que sus vecinos. Señaló que entidades como San Luis Potosí o Jalisco se encuentran en situaciones críticas dentro de algunos indicadores como empleos y seguridad, por lo que consideró esencial ver la iniciativa de forma particular y no como un “megaproyecto”.