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Alfonso Acuña, el maestro preocupado por la seguridad de las personas

Como gerente comercial de Central de Alarmas (compañía de seguridad que nació en 1994), Alfonso Acuña define como su principal reto el actuar de forma proactiva para brindar las soluciones adecuadas de seguridad y protección a las personas.

“Las casas, los automóviles están en un constante peligro; vemos asaltos, robos. Cuando me ofrecen venir acá, no me hallaba del todo porque soy docente y había trabajado en medios de comunicación; pero esa vena de contribuir a la sociedad, dada la situación en materia de inseguridad en el país, me dio la fuerza para desarrollarme en este ámbito”.

A diario, busca innovar aplicando la tecnología en la imagen de la empresa, los productos y calidad del servicio al cliente. Con esto no solo se refiere al momento de la venta, sino también a la atención posterior, la cual consta en la reparación, en el menor tiempo posible, de los desperfectos que pueda tener un sistema.

«Cuando me ofrecen venir acá, no me hallaba del todo porque soy docente y había trabajado en medios de comunicación».

Se levanta a las 4:30 de la mañana para preparar a sus hijos para la escuela y atender a sus mascotas antes de irse a dar clases a la Universidad Autónoma de Aguascalientes.

Una de las mayores satisfacciones que tiene al ser profesor es lograr mover el alma de sus alumnos, “cuando se dan cuenta de que conmigo es más allá del conocimiento de la materia y de que los consejos que les doy les sirven para su vida, es cuando más me siento satisfecho”.

Deporte y actitud

Juega fútbol todos los domingos desde hace 40 años; es hincha del Cruz Azul. “Jugar es algo que disfruto y necesito”.

Lo que no puede faltar en sus días es tener actitud. “Problemas van a existir; pero la actitud y el buen ánimo no pueden faltar. Me gusta mucho servir a la gente, es algo de lo que me lleno de orgullo, lo hago sin esperar nada a cambio”.

No tiene libros favoritos porque desde pequeño no se le fomentó la lectura; sin embargo, le gusta leer la Biblia, a la cual ve como la fuente de todo conocimiento.

Uno de los valores que más aprecia es la honestidad y tratar siempre de ser íntegro y congruente.

Cinco hábitos que lo hacen ser él

“Para mí, la felicidad es el transcurso: saber que estoy vivo, que tengo a mis hijos y tengo trabajo. Eso me vuelve pleno”.
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