El pasado octubre de 2022, Alejandro Vázquez Zúñiga fue designado director del Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA). El nombramiento responde a una labor en el arte y la cultura trazada desde múltiples frentes.
Alex Zúñiga, como se le conoce familiarmente, recuerda una Navidad en que sus padres le regalaron un teclado: “Todos en la familia aprendimos a tocar con el manual que venía en la caja”. En adelante se relacionó con el arte, si bien en un primer momento con la música, pues estudió piano, bajo, composición, entre otros.
Licenciado en Filosofía por la Universidad Autónoma de Aguascalientes, cuenta que asistió a gran parte de la carga académica de la licenciatura en Letras Hispánicas “por ayuda, atención y generosidad de las y los maestros de la carrera”. En la época universitaria fue director de asuntos culturales de la Federación de Estudiantes (FEUAA), con cuatro dirigentes distintos.
Además de haber estudiado una maestría en Filosofía Moral y Evolución Avanzada, en la Universidad de Concepción (Chile), se ha desempeñado en diversos rubros del ámbito artístico. La sido docente de asignaturas como música, apreciación artística, historia del arte, entre otras, en la Universidad Autónoma de Aguascalientes y en la Universidad La Concordia. Además, realizó diversas labores editoriales.
Trabajó con grupos musicales desde muy joven. Destaca su labor en la producción (como en un disco de Napoleón), la escritura para distintos periódicos y su papel como músico para teatro: “Me fui a una gira internacional, así de guerrilleros, con mi compañera y compañeros de La Voz del Viento”.
Un andar reflexivo en la política
Desde la juventud tuvo contacto con la política en la FEUAA. En 2013, fue invitado a coordinar el proyecto cultural de la campaña de Antonio Martín del Campo, en la primera coalición PAN-PRD en la entidad. Posteriormente lo invitaron a integrarse al Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura (IMAC). Luego de contender por la presidencia municipal, fue invitado por Tere Jiménez a sumarse al proyecto desde la dirección de este organismo.
“Desde ahí no he parado. He tenido la maravillosa oportunidad de que me permitan estar al servicio público como un gestor que se dedica a administrar, de la mejor manera posible, en cuanto a mis capacidades, del recurso público para el ejercicio de los productos y derechos culturales de las y los hidrocálidos”, recuerda.
Tras varios años como director general del IMAC, se desempeñó como director de Turismo del municipio de Aguascalientes. A lo largo de su trayectoria, no ha dejado de pensarse continuamente, por lo que se señala como su crítico más acérrimo. Ante la pregunta de su relación con la filosofía en estos puestos, comenta: “Yo soy como el segundo defensa en la banca en un equipo de tercera división, pero también me dedico a eso en el sentido de que, yo creo que, como la voz permanente de vida, el filósofo siempre está poniendo a prueba las creencias que tiene alrededor; sobre todo las mías propias”.
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El proyecto para el Instituto Cultural de Aguascalientes
En sus dos periodos en la dirección del IMAC, Alex recuerda con gran aprecio un proyecto que se logró a través de recursos municipales y federales: las Unidades de Exploración Artística. Alrededor de 3000 niños y niñas se acercaron y formaron en áreas como música, iniciación artística, literatura, artes plásticas, teatro, danza, juegos tradicionales y artesanías:
“Este trabajo del día a día ha derivado en que, ocho años después, tengamos ex alumnos y ex alumnas que entraron a la Prepa de las Artes o a la Universidad de las Artes. Es el trabajo que más me enorgullece del tiempo en el IMAC”.
En ese sentido, su énfasis en la actualidad radica no en “traer grandes eventos” (como menciona que, a veces, se le recuerda) sino en el trabajo constante para la formación de prosumidores. Además, enfatiza que no se trata de expandir las labores generadas a nivel municipal: “Son dos instituciones completamente diferentes y complementarias, que además van a estar muy bien coordinadas”.
Una de las preguntas que rige el proyecto entrante radica en “¿cómo hacemos para que la cultura llegue al mayor número de lugares posibles y, sobre todo a los lugares donde históricamente, por distintas condiciones geográficas, políticas o socioeconómicas, no llega?”. En ese sentido, recalca la estrategia de la gratuidad progresiva; es decir, que el acceso a los productos culturales responda a factores como la zona, los ingresos, pero también a la posibilidad de acercar a los públicos con proyectos artísticos con características específicas.
“La estrategia dependerá de los objetivos que los artistas planteen para sus propios productos culturales, combinado con lo que los receptores tengan capacidad de pagar, dependiendo de la zona a la que quieran llegar”.
Los bienes públicos como bienes nuestros
En materia cultural, uno de los aspectos que rigen la mayoría de los planes y programas se centra en la restitución del tejido social: la posibilidad de la cultura de incidir positivamente en espacios violentados o vulnerados. Alex enfatiza el papel de la cultura no para la reinserción (entendida desde el punitivismo) sino para la inserción: “¿Cómo integramos a la habitación de los bienes públicos a la gente que ha estado histórica y socialmente marginada?”
Por lo anterior, recalca su énfasis en el reconocimiento y acceso a los espacios públicos (plazas, avenidas, pero también teatros o bibliotecas) desde la perspectiva de que son nuestros. De ahí señala como ejes: el refuerzo de la formación artística a temprana edad, la promoción de espacios y eventos que formen parte de las dinámicas cotidianas de las personas, la apuesta por extender la oferta y educación artística en todo el estado y, en especial, la creación de políticas públicas a largo plazo.
Concluye: “no podemos generar ciudadanos y ciudadanas con los que entendamos y reconozcamos todas y todas, si no generamos condiciones de paridad”.