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De mecanógrafa a Magistrada: la historia de Edna Lladó

Cuando era una niña, Edna Lladó aprendió que cada meta que se propusiera traería consigo algunos retos por superar. Desde su infancia tuvo que aprender a hacer sacrificios y el primero fue cambiar de residencia.

Sus padres encontraron mejores oportunidades para ella y sus hermanos en Tamaulipas, por lo que cambiaron su antiguo hogar en San Luis Potosí para buscar un mejor futuro.

Edna no imaginó el impacto que esta decisión tendría en su desarrollo profesional,  en donde,  tras un largo recorrido, se convirtió en Magistrada del Supremo Tribunal de Justicia en Aguascalientes.

Gran apoyo familiar

Sus padres fueron los principales impulsores de ese sueño. A pesar de que su padre era la única fuente de ingresos en una familia de cinco hijos, aquello nunca fue motivo para impedirle continuar con sus estudios. Por el contrario, él y su madre apoyaron su sueño por estudiar Derecho, a pesar de que esto implicara que tendría que distanciarse.

“Fue difícil desprenderme de mi núcleo familiar. Sin embargo, siempre me apasionó ayudar a la gente y sabía que dedicándome a las leyes podría alcanzar esa meta”, relata la Magistrada.

Su deseo más fuerte era ocupar un cargo que nunca antes hubiera tenido.

Al ingresar a su carrera, Edna encontró un trabajo que le ayudó a cubrir sus gastos de la universidad y además, le dio experiencia en el área de administración pública. Comenzó su recorrido laboral como secretaria mecanógrafa en un ministerio público, posteriormente trabajó en un juzgado civil y poco antes de terminar la carrera, se colocó como secretaria de Estudio y Proyecto en la Junta de Conciliación y Arbitraje en materia laboral.

Edna no concebía cómo las cosas habían cambiado en tan poco tiempo. Su profesión la llevó a puestos importantes en Reynosa. Primero, como Secretaria de Acuerdos en una Sala Penal y después, como Agente del Ministerio Público Federal en la PGR.

Empezar de cero

Aquellos cambios no fueron únicamente en lo profesional, sino también en lo personal. Edna contrajo matrimonio y su esposo encontró una oportunidad laboral en Aguascalientes. Ella decidió abandonar su empleo para acompañarlo y darle su apoyo: “Empecé de cero, tuve que buscar trabajo y encontré un lugar en un despacho pequeño”, comenta Lladó Lárraga.

Mientras trabajaba en aquel despacho, Edna soñaba con regresar a las grandes ligas de las leyes. Por ello, concursó para el puesto de Secretaria de Acuerdos en el Juzgado Penal y lo consiguió. Sin embargo, su deseo más fuerte era ocupar un cargo que nunca antes hubiera tenido, uno como Magistrada.

Después de varios intentos, Lladó consiguió el título como Magistrada Civil en el Supremo Tribunal de Justicia del Estado y explica que su principal herramienta para lograrlo fue la perseverancia. A pesar de que en un par de ocasiones trató de alcanzar el cargo y no lo consiguió, no dejó de intentarlo hasta que lo obtuvo. “Querer algo para un momento específico resulta difícil. Las cosas no siempre se dan a la primera, pero es eso lo que te mueve a seguir intentándolo”, expone Lladó.

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