Por Carlos de Luna
El cine nos ha contado innumerables historias en las que el personaje principal supera las incontables vicisitudes que se le presentan. Walt Disney, en especial, ha proyectado filmes de caricaturas y de personajes reales, en los cuales la tragedia es superada por las ganas de salir adelante. Bambi, Dumbo, El rey león, El libro de la selva, Tarzán, La Cenicienta, La Sirenita, Buscando a Nemo… son cuentos entrañables de la infancia en los que la trama implica la manera de enfrentarse a la adversidad.
¿Cómo salir adelante cuando todo parece más difícil? Es la pregunta inicial de estos personajes que se convierten en modelos de conducta para quienes somos testigos de su historia. De ellos aprendemos a enfrentar nuestros peores miedos, salir de nuestra zona de confort, resolver los problemas con entereza y decisión; todo esto necesario para superar las dificultades que atravesamos a lo largo de nuestra existencia.
Los estilos de vida han cambiado exponencialmente en pocas décadas. Todo va tan rápido, que en la mayoría de los casos no hay tiempo para pensar cómo hacer frente a los desafíos de un mundo con tanta competencia en todos los rubros. Especialmente, la juventud piensa más en la inmediatez, su formato es más individual que colectivo y ya no es una prioridad casarse, comprar un auto o una casa. Pareciera que no hay adversidades o no las quieren ver, porque el mundo que les toca vivir parece estar exento de ellas.
Cada vez más, las universidades se reúnen con las firmas para investigar qué es lo que les hace falta a los jóvenes para que sus aspiraciones se enfoquen en trascender y lograr comprometerse con un trabajo a largo plazo o consolidar una empresa; por ello, los modelos académicos están evolucionando constantemente.
Uno de los aspectos más valiosos en mi vida universitaria fue cursar una materia optativa llamada “Sedentarismo y Salud”. El maestro era un alto ejecutivo de uno de los grupos empresariales más sobresalientes de Monterrey. La clase resultó muy enriquecedora; su enfoque estaba sembrado en frases tan trascendentes como: “… lo que determina tu futuro es el dominio de tu mente; la vida se forja ante las adversidades”.
Los personajes de las películas mencionadas al inicio no son exclusivos de la ficción o la historia; cerca de cada uno de nosotros, se encuentra una figura digna de admiración que nos acompaña. El CRIT Aguascalientes ha tenido por más de una década la fortuna de contar con un líder sencillo y carismático, que se ha ganado el corazón de quienes tienen la oportunidad de conocerlo.
En el artículo de esta edición, se presenta al mejor conocido como Lalo Gama, un hombre cuya resiliencia lo ha colocado en un lugar especial para personas tan especiales como él. Tengo la fortuna de conocerlo, colaborar con él cuando me lo solicita y tener lo más valioso que me puede aportar: su amistad. Quiero reconocer el apoyo incondicional que recibimos en mi familia con su entrega y gentileza de trato para Valeria, mi hija.
Qué gusto me da conocer más de su vida. Ahora disfruto con mayor afecto al ser humano que está dejando huella en el Teletón e impactando, junto a su equipo, a miles de familias que asisten a esta institución. El mensaje de vida de Lalo es claro: aportar y enriquecer.
Él es el vivo ejemplo de que es posible alcanzar la plenitud ante la adversidad.