La ENIGH (Encuesta Nacional de Ingreso Gastos de los hogares) del INEGI, da cuenta de que 5 de cada 10 mexicanos batallan para llegar a la quincena.
La gente llega a un punto donde los gastos se acumulan, ya sea por pagar el cafe, las uñas, los catálogos, la comida rápida, entre otros gastos además de los del hogar. Los gastos tienden a escalar a un punto en el cual se rebasa el día 5 sin dinero y para el día 14, se tiene que pedir un préstamo. De acuerdo al ENIGH 7 de cada 10 mexicanos debe pedir prestado a familiares, usar su tarjeta de crédito o acudir a préstamos prendarios o usura para lograr sufragar su gasto familiar.
Sin embargo sabías que la solución para inspirar a los trabajadores no es pagarles más dinero, pues está comprobado que incrementar el sueldo dos, tres o hasta diez veces no garantiza que el empleado se librará de batallar con la administración de sus ingresos. Lo que se requiere es una educación financiera básica. A mayor educación financiera, más ahorro, mejores decisiones de inversión, menores niveles de endeudamiento, entre otros.
Te puede interesar:
Te presentamos algunos consejos para cuidar de tus finanzas:
Usa la fórmula que más te acomode: 70% gasto y 30% ahorro; o 50% gastos fijos, 30% personales y 20% ahorro.
La regla 70/30
En un mundo utópico, lo ideal sería utilizar la regla 70/30: 70 por ciento del ingreso destinarlo para vivir, pagar deudas y otros gastos necesarios que tengas que cubrir y el 30 lo deberíamos ahorrar.
La regla 90/10
Si tu sueldo no es suficiente y no te permite cumplir la fórmula anterior, intenta lograr al menos un 90/10; es decir, dedicar al menos 10 por ciento de tu sueldo a ahorrar y el resto a tus gastos.
La regla 50/30/20
Si seguir esta distribución aún se te hace complicado, puedes emplear la regla 50/30/20.
El 50 por ciento del dinero de tu sueldo tiene que irse a los gastos básicos (renta luz, colegiatura, comida, supermercado); el 30 por ciento destinarse a gastos personales, mientras que el 20 por ciento deberá dedicarse al ahorro.
Lo cual se convertirá en un colchón para deudas o imprevistos futuros.
En cuanto al uso de las tarjetas de crédito, las personas las consideran como una extensión financiera a su quincena, sin embargo estas deben de usarse como una forma de pago y no como financiamiento.
Con información de El Financiero