La aerolínea neozelandesa Air New Zealand se cuestionó a sí misma: ¿qué podemos hacer para disminuir la huella ecológica que estamos produciendo? Cada año, la compañía producía 8 millones de tazas desechables, artículos de un solo uso…
Derivado de lo anterior, la compañía ideó una forma para mitigar el daño ambiental. Primeramente, empezó a servir el café en contenedores biodegradables, pero esto no era suficiente.
Por ello, Air New Zealand se asoció con la empresa Twiice para crear un programa piloto de envases comestibles con sabor a vainilla. “Estas tazas no solo conservan su forma, sino que se pueden comer cuando se ha terminado el café”, anunció la encargada del área de Experiencias de los Clientes de Air New Zealand, Katie Holmetier, en un video publicado en las redes sociales de la aerolínea.
La directiva señaló que el proyecto contribuirá a que los pasajeros y neozelandeses se replanteen la interacción con “cualquier cosa que va a la basura”.
Por su parte, el director de Twiice, Jamie Chasmore, se dijo orgulloso de que la iniciativa dé prueba al mundo de que con un poco de ingenio y la innovación de los neozolandeses se puede tener un impacto positivo en el medioambiente y ofrecer a la par una buena sabrosa experiencia al cliente.
“Las tazas han sido un gran éxito entre los clientes que las han usado. Además, las hemos empleados como tazones para servir los postres”, mencionó Niki Chave, gerente principal de Experiencias de los Clientes de Air New Zealand.
La aerolínea tiene contemplado desarrollar otros cubiertos comestibles del mismo tipo para el 2020.