En 2020, en Aguascalientes circulan alrededor de 391,402 vehículos entre privados y públicos, lo que representa poco más del 1.18% del total de autos en el país. La cifra es muy elevada para el número de habitantes del estado, pues considerando la proyección poblacional de este año (1 millón 425 mil habitantes), prácticamente hay un auto por cada cuatro habitantes.
Si lo cerramos a las personas en edad de conducir, podríamos hablar de un universo aproximado de 890 mil personas, con lo que prácticamente existe un vehículo por cada dos personas. En el Día Mundial Sin Auto -celebrado el 22 de septiembre-, la interrogante que nos queda es: si tenemos tantos vehículos, ¿cómo estamos en otros mecanismos de movilidad?
La competitividad, la eficiencia y los costos globales del transporte constituyeron los principales temas a considerar en la dotación del parque vehicular, para una sociedad determinada. Partiendo de lo anterior, ¿qué nos falta en Aguascalientes para mejorar nuestra situación actual respecto a las mejores prácticas en otras entidades del país?
• Más autos públicos: Respecto al promedio nacional de 180 habitantes por auto de servicio público y la marca de Baja California Sur en donde se cuenta con uno por cada 70 residentes en el estado.
• Aumentar al doble el número de buses: El promedio nacional es de un bus por cada 312 habitantes; las mejores prácticas las tiene Tlaxcala, uno de los estados con mejor evaluación de su servicio de transporte en cantidad y pertinencia de las rutas, ofrece un camión por cada 210 habitantes. En Aguascalientes, en promedio, es de un camión por cada 398 residentes.
• Aumento al doble el número de camionetas y camiones para carga: Es un servicio que debe proliferar tanto para el público como para el privado. En Michoacán se tiene una camioneta o camión para cargar por cada 4 habitantes; en Aguascalientes la cifra se duplica.
• Motocicletas: Estas deben proliferar, pero no como resultado de contar con fallas en el servicio público, esas que obligan a las personas y familias a contar con una locomoción económica y peligrosa.
• Niveles de alta demanda y utilización de la bicicleta: Esta propiciará una locomoción ambientalmente responsable, económica y saludable. Hace falta multiplicar las ciclovías e incentivar los mayores estímulos para su uso.
La CEPAL advierte que la apertura a las economías mundiales, conocida como globalización, trae como consecuencia un mayor enfoque en la eficiencia y los costos de los servicios de transporte, de los cuales en gran medida depende la competitividad.
La movilidad sostenible es uno de los grandes desafíos a nivel global. Según una nota del Banco Mundial, el tráfico de pasajeros aumentará 50% y el volumen de carga 70% para el 2030. Por este motivo, el impacto ambiental y social debe reducirse mediante la adopción de parques vehiculares útiles, convenientes y eficientes.