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Aguascalientes, un lugar con muchos artistas y pocos compradores de arte

Cuando una obra de arte atrapa nuestros sentidos, lo menos que queremos es desprendernos de ella. ¿En cuántas ocasiones no quisimos descolgar el cuadro de una exposición y llevarlo a nuestra casa? Para algunos, el arte parece inalcanzable, costoso y poco probable que se vuelva parte del paisaje cotidiano.

Sin embargo, es un negocio que perdura desde hace siglos, sobreviviendo a múltiples crisis, e involucra a muchos actores. Artistas emergentes, pintores, marchantes, coleccionistas… todos conforman la flora y la fauna de un mercado que se abre tímidamente en Aguascalientes, pero que va encontrando su espacio gracias a galerías y vendedores independientes, los cuales están apostando por el talento local.

Hablamos con dos iniciativas que se dedican a la compraventa de arte en el estado. Ambas coinciden en algo: la entidad tiene muchos y buenos creadores. La mala noticia es que se adquiere poco: casi no hay coleccionistas. Pero comenzar a comprar no es tan difícil, solo es cuestión de saber a dónde dirigirse.

[divider]Rüido Proyectos[/divider]

Pedro Parga #310 Int. 1, Zona Centro, Aguascalientes

      

Hasta hace muy poco tiempo, en Aguascalientes no había galerías de arte. Así lo afirman tres de los integrantes de Rüido Proyectos, que aunque no lleva la palabra ‘galería’ es justamente eso. Abrieron su espacio en el centro de la ciudad a mediados de junio, pero su trabajo inició hace varios años.

Elías Fuentes, artista plástico y uno de los fundadores, cuenta que comenzó desde 2012. Era un proyecto itinerante: se dedicaban a promover arte aguascalentense en otros estados. La Ciudad de México y Tijuana fueron algunos de sus destinos.

“No somos un centro cultural, ni damos talleres –dice Jonathan–. Somos una galería dedicada a promover a los quince artistas que representamos”. Para ser más exactos, están enfocados en el arte contemporáneo.

Su plato fuerte es Felipe Ehrenberg, artista mexicano contemporáneo, pionero en varias técnicas, influencia para muchos creadores y uno de los primeros en hacer performance e instalaciones de arte objeto en el país. Los nombres que completan la lista son locales y nacionales; algunos con trayectoria y otros emergentes que siguen un estilo similar al de Ehrenberg.

“Estamos acostumbrados a que el arte se difunda por medio de los institutos, ellos tienen una vocación diferente. La galería es más un experimento, un laboratorio.

“A quienes escogimos son gente que produce; así sean instaladores o performance, no solo obra plástica”, explica Elías.

Según América Muñoz, historiadora e integrante del grupo, se consideran parte de una nueva generación de galerías, la cual surge de la autogestión del artista. Su función es que el creador se dedique a producir y no se preocupe por promover su obra.

Pero no todo es vender. Rüido Proyectos no pretende ser una tienda. Para ellos, una actividad importante es la de difundir el trabajo de los artistas, sobre todo hidrocálidos y emergentes, a través de ferias de arte nacionales e internacionales.

“Estamos acostumbrados a que el arte se difunda por medio de los institutos, ellos tienen una vocación diferente. La galería es más un experimento, un laboratorio. –comenta Raúl Dávila, arquitecto e integrante del equipo– Viene a cerrar este ciclo donde lo único que hacía falta era un lugar dónde adquirir arte”.

[divider]Fundación Andrés Vázquez Gloria[/divider]

Gral. Miguel Barragán #224, Zona Centro, Aguascalientes

      Desde hace varios años, esta fundación hace un trabajo similar al de una galería: vende obras de artistas locales y nacionales. Es un centro de producción artística que apoya a creadores emergentes y con trayectoria por medio de becas.

Las piezas creadas en dicho espacio se venden para ayudar a más personas. No tienen un horario específico de venta, pero cualquier interesado puede hacer una cita para conocer la oferta disponible.

Para Gilberto Poblano, gestor de la fundación, las personas tienen una idea errónea de que el arte está fuera de su alcance. A ello, habría que sumarle la cuestión del precio y disponibilidad.

“Hay quienes desean comprar, pero no saben en dónde ni con quién; tampoco conocen artistas. A veces es el miedo a que te vendan algo sin valor”, explica Gilberto.

En la fundación, los costos van de 1,000 hasta más de 100,000 pesos; hay arte para todo tipo de presupuesto. Muchas veces los precios de una pieza decorativa en una tienda departamental son similares a los de la obra de un artista emergente. La diferencia es que los primeros están hechos en serie y su valor no aumenta con los años.

“Comprar arte es más sencillo de lo que nos han hecho creer –dice Gilberto– y sería bueno aprovechar la cantidad de artistas que hay en el estado, los cuales no le piden nada a otros”. Pone como ejemplo la capital de Querétaro: ahí se comercia mucho, pero la mayoría de los creadores son de otros lugares.

“Si nosotros tenemos la materia prima, ¿por qué no se ha explotado? Casi siempre, los compradores son los mismos”.

La solución tal vez se encuentre en todos nosotros. Apoyando a los creadores locales podemos hacer de Aguascalientes un buen sitio para crear y disfrutar del arte.

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