En los últimos años como bien se ha visto, la gobernanza experimentada en las últimas tres décadas, ha traído como consecuencia, el crecimiento exponencial tanto demográfica como económicamente de la ciudad de Aguascalientes, posicionándose este año como la Octava Urbe más competitiva del país dentro de 74 poblaciones listadas, con base a los estándares del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Métricas en la que se mide el bienestar o calidad de vida de la ciudad, además de su productividad; mediante los siguientes factores: Derecho, medio ambiente, sociedad, sistema político, gobiernos, mercado de factores, economía, precursores, relaciones internacionales e innovación. Destacando en esta ocasión, en medio ambiente y derecho, aunado a una serie de recomendaciones enfocadas a la gestión de procesos gubernamentales, finanzas públicas, transparencia; e incluso una vida política local con una agenda pública más relevante y oportuna.
En el 2015, el Instituto para el Desarrollo de la Sociedad del Conocimiento en el Estado (IDSCEA), presentó un proyecto para hacer de nuestra mancha urbana, una ciudad inteligente apoyado por los distintos Centros de Investigación en el Estado como el CIMAT, etc. No obstante, tras buscar rastros del proyecto sin éxito. Me puse a reflexionar: ¿Realmente Aguascalientes se está posicionando como una Ciudad Inteligente (Smart City)?.
Según Schneider Electric, entre los puntos destacables para una ciudad inteligente se encuentran: Energía, movilidad, gestión del agua, servicios públicos, casas y edificios inteligentes.
Para ello, es menester, plantear que una Smart City, busca eficiencia y eficacia en su dinamismo, desarrollo sostenible, calidad de vida, tecnología y colaboración entre todos los sectores de la sociedad; es decir, ciudades que integran un desarrollo sustentable integral basado en la eficiencia y autosuficiencia energética, planeación urbana, movilidad y un gobierno digital acorde con las tendencias tecnológicas y el «Big Data». Aunado a una armoniosa pero cercana participación ciudadana.
Por lo anterior, se pudiera inferir que Aguascalientes no ha logrado consolidarse como una «Smart City», sin embargo, ya se cumple con ciertos factores, y se tiene terreno fértil para plantear proyectos de iniciativa privada y gobierno, para hacerlo realidad de inmediato.
Según Schneider Electric, entre los puntos destacables para una ciudad inteligente se encuentran: energía, movilidad, gestión del agua, servicios públicos, casas y edificios inteligentes.
Será interesante cuando sea accesible equipar las casas con paneles solares para consumo propio y sistemas inteligentes
En consecuencia, se puede apreciar que en los rubros anteriores, Aguascalientes tiene mucho por trabajar. No obstante, será interesante cuando sea accesible equipar las casas con paneles solares para consumo propio y sistemas inteligentes. El ir caminando y checar desde el teléfono los horarios de cierta ruta de un transporte urbano digno y cómodo desde el internet gubernamental, o bien poderse mover en algún otro medio como la bicicleta, donde se pueda observar una gestión inteligente del tráfico de vehículos automotores mediante cámaras y sensores, que además terminen persuadiendo y previniendo realmente el delito, algún accidente como un choque automovilístico o incendio. Así también, una verdadera gestión inteligente del agua de lluvia y detección de fugas.
Aguascalientes cuenta con las condiciones propicias para desarrollar un proyecto de esta magnitud, esperemos ver cristalizado este término como política pública en años venideros sin descuidar la Educación, Economía y Desarrollo Urbano.