La sombra del proteccionismo comercial en Estados Unidos ha encendido las alarmas en México, especialmente en estados cuya economía depende de la industria automotriz. Aguascalientes, hogar de una de las plantas más emblemáticas y grandes de Nissan, enfrenta un futuro incierto. Aunque Nissan Mexicana ha asegurado que no abandonará el país, las recientes declaraciones de su CEO, Makoto Uchida, sobre una posible relocalización si se imponen aranceles por parte de Estados Unidos, han provocado un torbellino de especulaciones y preocupación.
El anuncio de Uchida, realizado en el marco de un contexto global donde las tensiones comerciales entre Estados Unidos y sus socios vuelven a escalar, puso en alerta no solo al sector automotriz mexicano, sino especialmente a entidades como Aguascalientes, donde Nissan ha sido históricamente un pilar económico.
Ante este panorama, Eugenio Herrera Nuño, sociólogo, demógrafo y fundador del Observatorio Ciudadano «Aguascalientes Cómo Vamos», ha trazado posibles escenarios y proyecciones que, aunque hipotéticos, resultan alarmantes.
“Perder a Nissan sería un golpe brutal, no solo por los empleos directos, sino por toda la industria satélite que gira alrededor. Pero más allá de eso, nos obligaría a mirar hacia adentro, a reinventarnos y a construir un modelo económico que no dependa de factores externos”, advierte Herrera en entrevista.
El fantasma de 1925 y las lecciones de la historia
No es la primera vez que Aguascalientes enfrenta una amenaza económica de esta magnitud.
Herrera recuerda un episodio que, a pesar de cumplirse un siglo, resuena con inquietante similitud: el cierre de la Gran Fundición Central Mexicana en 1925.
“Hace 100 años, los Guggenheium, dueños de la fundición, decidieron que sus intereses estaban mejor en otras latitudes, dejando a 1,500 trabajadores sin empleo en una ciudad de apenas 100 mil habitantes. Fue un golpe devastador”, señala Herrera.
La desaparición de esta industria obligó al estado a buscar nuevas rutas económicas.
El auge de la industria textil, la producción de brandy y los famosos cobertores San Marcos, que alguna vez fueron íconos nacionales, surgieron de esa crisis.
Sin embargo, como Herrera Nuño subraya, todas estas industrias compartieron un factor común que también podría ser su condena: “Estaban a la vanguardia tecnológica de su tiempo, pero dependían de capital externo y decisiones ajenas”.
La llegada de Nissan en 1982 pareció romper con ese ciclo.
Aguascalientes fue elegido como un laboratorio nacional de inversión extranjera directa, un espacio donde empresas como Texas Instruments y Xerox también apostaron por la innovación.
Pero Herrera lanza una advertencia:
“Cuando el tablero de control no es local, siempre existe el riesgo de que te quiten el juguete. Y ahora, con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y una política más proteccionista, ese riesgo es cada vez más real”.
Economía de emergencia: un plan para sobrevivir
Aunque Nissan Mexicana ha intentado tranquilizar al mercado asegurando su permanencia, Herrera insiste en la necesidad de prepararse para un escenario adverso.
“Una economía de emergencia no es un concepto exagerado. Es lo que haces cuando pierdes tu principal ingreso y tienes que replantear todo desde cero”, explica.
Para Herrera, el primer paso sería potenciar las unidades económicas locales.
Menciona como ejemplo el caso de Loma Bonita, una colonia al surponiente de la ciudad que, debido a su incomunicación inicial, creó un ecosistema de servicios vecinales.
“Hoy, Loma Bonita tiene una unidad económica por cada 18 habitantes, mucho más que el promedio de la ciudad (28 habitantes por unidad). Y lo más importante: estos negocios han crecido hasta generar más de 6 empleos cada uno”.
El sociólogo sugiere replicar este modelo en todo el estado.
“Necesitamos un emprendedurismo de colonia, donde los vecinos puedan intercambiar bienes y servicios, como lo hacían las economías indígenas. Puede sonar rústico, pero es un modelo de supervivencia que funciona”.
Además, Herrera advierte sobre una crisis de oficios:
“Nos faltan 50 mil trabajadores en áreas como soldadura, carpintería y albañilería. Si no recuperamos esos oficios, un colapso económico nos dejaría aún más vulnerables”.
El proteccionismo y el desafío de atraer inversión
El regreso de Donald Trump y su agenda proteccionista amenaza con imponer aranceles que harían menos atractiva la inversión en México.
En respuesta, la presidenta Claudia Sheinbaum ha lanzado el Plan México, un esfuerzo por adelgazar la burocracia y facilitar la apertura de nuevos negocios.
“Es un paso necesario”, reconoce Herrera. “Pero si los aranceles afectan a toda la producción mexicana, ¿quién querrá venir a invertir aquí? Necesitamos una alternativa que no dependa de la inversión extranjera directa”.
Aguascalientes como ciudad para el retiro: una visión a futuro
Más allá de la emergencia, Herrera plantea una visión a largo plazo: convertir a Aguascalientes en una ciudad para el retiro.
“La revista International Living ya nos reconoce, junto con Mérida, como un destino ideal para que europeos y norteamericanos pasen su jubilación. Es un mercado enorme”.
La propuesta no es descabellada. Con una pirámide poblacional que, en las próximas décadas, perderá 100 mil niños pero ganará 300 mil adultos mayores, adaptar la ciudad para este segmento no solo es una opción, sino una necesidad.
“Imagínate atraer a 5 mil pensionados extranjeros. Cada uno generaría entre uno y dos empleos directos y otros tres indirectos. Estamos hablando de al menos 15 mil empleos sin necesidad de atraer grandes corporaciones”, calcula Herrera.
Pero para lograrlo, advierte, se necesitan infraestructura y servicios especializados: viviendas adaptadas para adultos mayores, atención médica accesible y espacios recreativos.
“A diferencia de una planta automotriz, una ciudad para el retiro no se puede llevar a otro lado”.
La economía del cuidado: una oportunidad desaprovechada
Herrera también destaca un sector con enorme potencial: la economía del cuidado.
“La última migración femenina de Aguascalientes a Estados Unidos se ha centrado en el cuidado de niños y adultos mayores. Es un mercado que crece y que ni la inteligencia artificial puede sustituir”, subraya.
Con 400 egresados en gericultura y otros 200 por graduarse, el estado tiene una fuerza laboral capacitada para atender a adultos mayores, pero carece de un mercado laboral formal para absorberlos.
“Crear una plataforma donde las familias puedan contratar estos servicios, como pedir un Uber, sería un paso crucial”, sugiere Herrera.
Construir un camino propio
Mientras Nissan Mexicana intenta calmar las aguas, el panorama sigue cargado de incertidumbre.
Eugenio Herrera, quien presentará su análisis ante el Consejo Directivo de Gran Visión como parte de la Agenda Ciudadana 2025, lo resume con claridad:
“No podemos depender de factores externos. Tenemos que hacer nuestro propio camino. Porque el futuro, si lo construimos nosotros, no nos lo pueden quitar”.
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