Aguascalientes mostró un alto nivel de Paz Positiva en las mediciones del Índice de Paz de México 2019 presentado por el Institute for Economics and Peace (IEP), que hace de la Paz una medida positiva, factible y tangible del bienestar y el progreso humanos.
Uno de los indicadores más importantes de este reporte es el de los homicidios por cada cien mil habitantes. En México, apenas dos estados presentaron tasas de homicidios clasificadas como “bajas” durante 2018, en contraste con los ocho que había en 2015: Yucatán y Aguascalientes.
Yucatán tuvo la tasa de homicidios más baja de todos los estados de México en 2018, con 2.52 por cada 100,000 habitantes; esto equivale a una tercera parte de lo que tuvo Aguascalientes, el segundo estado que se encuentra en la categoría “baja”, cuya tasa de homicidios es de 6.02/100 mil.
De acuerdo con el Índice de Paz Global (IPG), México y Aguascalientes presentan niveles más altos de Paz Positiva que de paz negativa, lo que indica que tiene la capacidad de mejorar su nivel de paz y su clasificación en el IPG si fortalece sus Pilares de Paz Positiva más débiles.
México se clasifica en el lugar 62 de 163 países en el Índice de Paz Positiva (IPP) 2018, en contraste con su posición 140 en el IPG. Aguascalientes se presenta entre las tres primeras entidades en Paz Positiva y entre la primera docena de estados en Paz Negativa.
Cuenta con mejores calificaciones que México en corrupción y de buen funcionamiento del gobierno, las cuales afectan a todo el sistema. Por ello, al invertir en estos pilares se puede ayudar a reducir las tasas de homicidios, construir Paz Positiva y, a la larga, mejorar todo el sistema nacional.
México muestra fortalezas en los pilares entorno empresarial sólido, altos niveles de capital humano, aceptación de los derechos de las demás y buenas relaciones con los vecinos. La cooperación de la comunidad sigue mejorando, ya que la proporción de mexicanos que dicen que su comunidad se organiza para resolver problemas ha aumentado 10 puntos porcentuales desde 2012.
También ha avanzado el nivel educativo: más de 77% de los adolescentes mexicanos se inscribieron en la escuela secundaria, lo que representa un aumento de casi 9 puntos porcentuales desde 2011.