Icono del sitio Líder Empresarial

Aguascalientes, de las tres entidades menos vulnerables frente al COVID-19

El Observatorio México, ¿Cómo Vamos?, que funge como un puente entre el conocimiento de los académicos y el debate público, difundiendo materiales de forma continua y constante, ha expuesto que hay acercamientos importantes para evaluar el impacto económico que tendrá la pandemia del COVID-19 sobre las economías globales y nacionales.

Los Observatorios de los estados, como Aguascalientes, también fijan metas claras para el país, coordinando esfuerzos realizados por la sociedad civil para impactar la política pública. Estos son los datos que expone el Observatorio México, ¿Cómo vamos?

A partir de lo anterior, en el 2020 se eliminará una cantidad de empleos formales que será histórica para un año. De acuerdo con las apreciaciones del Observatorio, se espera una contracción económica fuerte para el país durante el año. Sin embargo, el impacto no será el mismo al particularizar las condiciones por estado, dado que la composición económica de cada uno es diferente y la capacidad con la que cuentan sus diferentes sectores de salud varía.

Para evaluar los contrastes en la vulnerabilidad de cada estado ante la pandemia, el Observatorio elaboró un índice utilizando datos económicos –como el peso de las manufacturas o el sector servicios en la economía de cada estado– y datos del sector salud.

El objetivo principal del Índice de Vulnerabilidad Económica y del Sistema de Salud frente al COVID-19 es el de comparar qué tan expuesto está un estado a los efectos de la propagación del virus, dependiendo de la composición de su actividad económica y de su respectivo sistema de salud.

Según la metodología empleada, el Índice parte de 4 indicadores que incluyen a los sectores económicos que se verán hipotéticamente más afectados, tanto de forma externa como interna.

Para la vulnerabilidad económica externa, analiza el peso de las industrias manufactureras en cada estado, el peso del comercio al por menor, los servicios de esparcimiento y actividades culturales y el peso de los servicios de alojamiento temporal, como proporción del PIB de cada entidad; todas estas actividades se verán afectadas ya sea por la reducción en el nivel de producción global a raíz de la pandemia o por la disminución de la actividad económica a raíz de los esfuerzos de confinamiento.

Para analizar la vulnerabilidad interna, utiliza el porcentaje de empleos eventuales dentro del empleo formal y la tasa de informalidad laboral como proporción de los trabajadores totales, variables que miden la vulnerabilidad de los trabajadores de cada estado ante shocks externos. 

Para medir la vulnerabilidad del sistema de salud, recopila los datos de camas de hospitales y de personal médico por cada 100 mil habitantes, la población en cada estado que tiene 65 años y más como proporción de la población total y el número de personas que tienen diabetes como porcentaje de la población mayor a 20 años a nivel estatal; así, se toma en cuenta el nivel de la infraestructura de salud disponible en cada región, al mismo tiempo que se contemplan las características demográficas que podrían llevar a mayores complicaciones de salud entre la población.

Con ambos ejes, el Índice mide la vulnerabilidad relativa de las diferentes entidades en México, enfatizando que los resultados obtenidos resaltan a los estados que son más o menos vulnerables en comparación con el resto del país, lo cual no significa, advierte el Observatorio, que sean inmunes o estén lo suficientemente preparados para enfrentar una crisis sanitaria o económica.

Tomando en cuenta los resultados de ambos índices –economía y salud–, se considera a los estados más vulnerables del país como aquellos que obtuvieron un puntaje por debajo de 5 puntos tanto en términos económicos como del sector salud.

Estos fueron Hidalgo, Nayarit, Puebla y Tlaxcala. Por el contrario, la CDMX, Aguascalientes y Baja California Sur son los estados que menos vulnerabilidad muestran a nivel nacional, ya que obtuvieron puntajes superiores a 5 tanto en el índice de vulnerabilidad de salud como en el económico. 

Entidades como Nuevo León y Baja California mostraron poca vulnerabilidad económica, pero tienen características que muestran un sistema de salud frágil (como un bajo número de camas de hospital por habitante o una alta proporción de adultos con diabetes).

En particular, los datos del índice de vulnerabilidad del sector salud muestran que 28 de las 32 entidades de México tienen resultados menores a 5 puntos y son vulnerables; de los 4 estados con puntajes por encima de 5, Baja California Sur tiene el mayor, de 6 de 10 puntos.

Aguascalientes cuenta con 113.33 camas por cada 100 mil habitantes y presenta instalaciones para atender a medio centenar de personas enfermas de COVID-19 con amplia disponibilidad.

Los resultados del Índice de Vulnerabilidad Económica y del Sistema de Salud frente al COVID-19 resaltan las diferencias en composición económica, demográfica y de infraestructura sanitaria en los diferentes estados del país, lo que hace a ciertos estados más vulnerables que otros ante una situación de emergencia sanitaria y económica como la que se está viviendo en la actualidad.

El Observatorio México ¿Cómo Vamos? es una institución abierta a expertos destacados de universidades como el CIDE, el COLMEX, Harvard, el ITAM, el ITESM y la UNAM, y centros de investigación como IMCO, México Evalúa, CIDAC y CEEY.

Es por ello que el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) también se acerca a los factores de riesgo por COVID-19; para el CEEY los estados que destacan por presentar tres o más factores de riesgo que vulneran sus poblaciones, se encuentran al sur y al occidente del país. En contraste con los estados del norte, con una franca frontera en el estado de Aguascalientes que va de 0 a 2 factores de riesgo.

La Agenda 2030 de las Naciones Unidas ya proponía establecer medidas para atender contingencias, que evitaran poner en práctica los objetivos de desarrollo sostenible y que, dicho sea de paso, los 17 ODS conforman la agenda más pertinente a seguir para encarar las secuelas de la pandemia, dadas sus marcadas prioridades por el desarrollo humano y la conservación del planeta.

Salir de la versión móvil