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¿Aguascalientes con oportunidad de capitalizar el T-MEC?

Con la entrada en vigor del tratado comercial T-MEC, se abren oportunidades para acelerar la recuperación económica del país y particularmente de la entidad, señaló en entrevista para Líder Empresarial Eduardo Infante Priego, subsecretario de Promoción a la Inversión de la Secretaría de Desarrollo Económico de Aguascalientes (SEDEC).

El funcionario alude que desde el acuerdo anterior, el TLCAN, el comercio en Norteamérica se vio impulsado, ayudando a estabilizar la economía de México y reestructurando al sector manufacturero en una cadena de producción trilateral. En esta ocasión, se ha observado un notorio interés por parte de los gobiernos para la pronta y correcta aplicación del nuevo tratado. 

“Una de las razones es porque en momentos de incertidumbre y tensiones políticas entre países, se buscará que estos tratados reflejen al comercio extranjero e inversionistas un panorama de certeza y confianza, donde la relación de comercio entre los involucrados funcionará como un motor para el crecimiento y desarrollo”, explica Infante Priego.

El subsecretario de Desarrollo Económico expone que la entrada en vigor del T-MEC favorecerá a la región Centro, Bajío, Occidente, dado que específicamente en la rama automotriz, las entidades han buscado compartir las mejores prácticas entre ellos para diversificar, innovar e incluir a los proveedores locales en las cadenas productivas.

Pero también manifiesta que la implementación del acuerdo comercial obligará a redefinir las formas de operación de las empresas, las relaciones laborales, la cadena de suministro,  la productividad e interdependencias de las empresas de la región y las ubicadas en los países que son socios comerciales. 

Cabe señalar que unas de las adecuaciones más importantes al T-MEC son el incremento en el contenido de origen en productos automotrices. En este sentido, Infante Priego enfatiza que para ser comercializados sin aranceles, el tratado exige que el 75% de la composición de los vehículos sea originaria de la región (respecto al 62.5% que estipulaba el TLCAN); además de que entre el 40 y 45% deberá de ser fabricado por operarios de salario alto (16 dólares por hora).

No obstante, el subsecretario deja en claro que la intensificación del comercio entre las tres naciones no depende del tratado per sé, sino del estado de las economías en dichos países y de la velocidad y la dirección que puedan tener. 

“Si la economía de estos sufre contracciones debido a las consecuencias de la pandemia, el comercio entre ellos también se contraerá. Por lo tanto, arrancaremos de manera escalonada a un ritmo similar y los efectos se pueden atenuar a corto plazo”, precisa. 

Aunado al T-MEC, las disrupciones ocasionadas por la pandemia en las cadenas de suministro globales han derivado en la posibilidad de que algunas empresas internacionales decidan reubicar sus plantas en otros países, siendo México uno de los territorios planteados para acoger capital foráneo. 

“México puede aprovechar esta situación e incentivar su atractivo de inversión para las empresas que están analizando dónde reubicarse. Un ejemplo de esto es Japón: su gobierno destinará 2.2 billones de USD para que las empresas niponas puedan reubicar sus operaciones en otros países”, menciona Infante. 

En entrevista para Líder Empresarial, el presidente del clúster automotriz Grupo MAEN, Cuitláhuac Pérez Cerros, reveló que ha habido interés por parte de empresas asiáticas (particularmente surcoreanas y chinas) de instalarse en territorio acalitano a través de diferentes esquemas de alianzas con compañías hidrocálidas, aunque estos proyectos se cristalizarían en el mediano plazo, debido a la complejidad de los mismos. 

Sin embargo, un handicap que jugará en contra de México -y de Aguascalientes, naturalmente- es la pérdida del atractivo de inversión del país, reflejado en su exclusión por primera vez en ocho años del listado de los  25 mejores destinos para invertir elaborado por Kearney. La firma esgrimió que la desaparición del ranking se debió al “cambio en las reglas de juego” y normativas poco transparentes en las políticas del Gobierno Federal. 

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