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Aguascalientes, con aumento del ingreso laboral per cápita

El Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) hace posible relacionar el comportamiento del ingreso laboral de las personas frente a los cambios en el valor de la canasta alimentaria (línea de pobreza extrema por ingresos). Es decir, el indicador muestra lo que podemos denominar poder adquisitivo del ingreso laboral.

Si se incrementa la proporción de la población que cuenta con un ingreso laboral insuficiente para adquirir la canasta alimentaria, el ITLP aumenta. En este sentido, el CONEVAL presenta el porcentaje de la población con ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos con el fin de complementar el análisis de la evolución del poder adquisitivo del ingreso laboral.

La serie del Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza se ofrece de manera trimestral y permite conocer la tendencia de la proporción de personas que no pueden adquirir la canasta alimentaria con el ingreso de su trabajo. El próximo trimestre (abril, mayo y junio del 2020) se espera conocer un dramático resultado después de la parte crítica de la pandemia por el COVID-19 que nos aqueja, particularmente por el cierre de empresas y la pérdida de empleos.

Este indicador tiene información disponible a nivel nacional y para cada uno de los estados. No constituye una medición de pobreza, puesto que no comprende todas las fuentes de ingreso ni todas las dimensiones de la Metodología de Medición Multidimensional de la Pobreza en México del CONEVAL.

La serie del ITLP es muy rica dado que se presentan datos sobre la tasa de crecimiento del PIB, el indicador global de la actividad económica, el sistema de indicadores compuestos, coincidente y adelantado, la tasa de desocupación, el número de trabajadores afiliados al IMSS, los valores de las líneas de bienestar mínimo (canasta alimentaria) de acuerdo con la nueva Metodología de Medición Multidimensional, la evolución del ingreso laboral per cápita e indicadores de asistencia escolar y trabajo infantil.

En el periodo de febrero a marzo de 2020 (en el que se dieron los primeros casos de COVID-19 en el país), se observó una desaceleración en la tasa de crecimiento de los trabajadores asegurados al IMSS, siendo los jóvenes los que han estado experimentando una constante y pronunciada disminución de sus empleos formales.

Cambio porcentual del empleo registrado ante el IMSS por grupo etario. México, 2017-2020

A diferencia del ITLP, la medición oficial de la pobreza la realiza el CONEVAL cada dos años a nivel nacional y estatal, y cada cinco años a nivel municipal. Las estimaciones oficiales de pobreza bianuales se hacen a partir de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares y del Módulo de Condiciones Socioeconómicas, ambos desarrollados por el INEGI. Las fuentes de información para medir la pobreza a nivel municipal cada cinco años son los Censos y los Conteos de Población y Vivienda.

El histórico de 15 años nos permite apreciar la caída del Ingreso Laboral per cápita por el fenómeno de la influenza del 2008-2009 y cómo nos dilatamos 10 años en recuperar el poder adquisitivo del 2005. Es previsible una caída histórica del ITLB a partir de la siguiente lectura trimestral y sostenerla al menos 8 trimestres más, antes de iniciar una recuperación del ingreso laboral con altibajos, para finalmente recuperar el poder adquisitivo, si se dan las condiciones, en las postrimerías del 2030.

Resultados inmediatos de Aguascalientes

Población con un ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria

La lectura respecto al incremento porcentual de la población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta básica es recíproco al del ingreso laboral per cápita y al igual que con la influenza se verá incrementado en proyecciones geométricas que no terminan hasta los siete años, cuando empiezan a declinar hasta lograr sus niveles del 30% después de una década.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 deben reformularse para buscar que esta pandemia, mucho más peligrosa y persistente que la influenza, no nos dañe por encima de lo vivido del 2008 al 2018 y logremos reducir la población de bajos ingresos a un mínimo tal que permita atenuar nuestras persistentes desigualdades definidas por Fernando Lolas Stepke como inequidades injustas y evitables.

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