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Agua, un tema vital para los estados

Foto de David Becker en Unsplash

Es ineludible que México y el mundo enfrentan una crisis ambiental originada por el excesivo consumo de recursos naturales. Sus efectos se palpan en fenómenos como la sequía y el estrés hídrico. El agua como recurso juega un papel importante en la crisis medioambiental, al ser indispensable para el consumo humano y la subsistencia de la especie. 

De acuerdo con el estudio Jornada de Agua, Mares y Océanos. Panorama y Perspectiva del Agua en México 2019-2024”, elaborado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, en 2020, el aumento en los volúmenes de consumo de agua ha provocado un elevado estrés hídrico en el mundo. 

Este estudio retomó una investigación del World Resources Institute, que plantea que 17 países enfrentan un estrés hídrico “extremadamente alto”, lo que significa que el 25% de la población mundial consume más del 80% de la disponibilidad natural.

Fernando González Villarreal, del Centro Regional de Seguridad Hídrica, alertó en dicho estudio que, en México, la mayor parte del territorio enfrentaba en 2017 un grado de presión alto sobre el recurso hídrico (incluyendo los estados del Bajío y el centro del país, así como el norte de México). 

Según el estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), publicado en agosto del 2023, “¿Cuál es el costo real del agua en México?”, a pesar del pago por el acceso al agua potable, la disponibilidad no está garantizada. Cerca de 2.5 millones de viviendas del país carecen de acceso a agua potable entubada, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH). 

El gasto promedio de los hogares mexicanos es de 137.1 pesos mensuales por el servicio de agua potable, indicó el IMCO. Esto contrasta con el hecho de que México es uno de los países con más consumo de agua embotellada, con un promedio de 282 litros per cápita —es decir, cinco veces más que la media global—. 

Sobre el consumo del recurso, el IMCO indica que el 76% del agua potable concesionada en México se destina al sector agropecuario; sin embargo, la industria también tiene un consumo importante, con un promedio mensual de 27 mil 113 m³, con base en datos del REPDA. 

En promedio, los gobiernos estatales recaudan 603 pesos per cápita al año por el suministro de agua potable en México, reveló el IMCO.

A esto se suma la situación de la sequía y que, de acuerdo con el Monitor de Sequía, del 5 de septiembre del 2023, a nivel nacional, el 60.98% de sus áreas padecen una sequía de moderada a extrema. Esto significó un 5.2% mayor a lo registrado el 15 de agosto del 2023. 

Los estados ante la sequía

Asimismo, se registró un incremento de áreas con sequía severa en estados como Nuevo León, San Luis Potosí y Querétaro; así como un aumento de la sequía extrema en Querétaro y Guanajuato. Con este panorama, ¿cuáles son las iniciativas para frenar la crisis hídrica?

El municipio de Aguascalientes aprobó la creación del Modelo Integral de Aguas de Aguascalientes (MIAA) y que comenzará a operar a partir del 22 de octubre del 2023. Funcionará como un organismo integrado por ciudadanos y expertos, que no funcionará bajo un modelo empresarial. Uno de sus objetivos es mejorar el abasto de agua en las colonias, comunidades y fraccionamientos, así como la continuidad, cobertura, calidad y tarifas del servicio.

Actualmente, el Gobierno del Estado ha propuesto la construcción del Acueducto III para

abastecer a los municipios del estado. Dicho proyecto propone dotar de agua potable a ocho de los 18 municipios del estado, incluyendo su zona metropolitana; tendría un suministro garantizado para los próximos 50 años. 

Uno de los modelos de agua que operan en el estado es el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL) y que dota de servicios de agua potable, drenaje, alcantarillado, saneamiento y reuso al municipio. Una de sus estrategias es aprovechar el agua tratada en la industria en los servicios municipales como el riego agrícola y de áreas verdes. También construyeron 37 kilómetros de redes de distribución de agua tratada en el polígono industrial del sur-poniente de la ciudad, así como un sistema de bombeo para que las industrias accedan al agua a través de una toma directa. 

El informe del organismo operador Interapas, de 2012, dio a conocer que el acuífero del Valle de San Luis Potosí se encuentra sobreexplotado, pues anualmente se extraen 150 millones de m³ de agua para uso agrícola, industrial y público. Además, es uno de los estados con las tarifas mensuales más altas para el sector comercial y de servicios (741.30), así como el industrial, según el IMCO.

El Interapas cuenta con un programa de cultura del agua con el que promueven el buen uso del recurso mediante acciones educativas y en espacios de difusión cultural o académica. También cuenta con un sistema de tratamiento de aguas residuales con el que descontaminan el agua usada a través de plantas, mismas que permiten reutilizar el líquido en actividades como la agricultura o la industria. 

Sin embargo, alerta que la problemática se ha agravado con los planes de desarrollo hídrico de la zona, que manejan enfoques economicistas de la distribución del agua hasta el 2030. El IMCO lo posiciona como uno de los estados con las tarifas más bajas para el sector doméstico ($2.11) y para la industria ($11.04).

Ante este panorama, el gobierno estatal propuso la construcción del Acueducto El Cuchillo II, con un diámetro de 2.13 metros y una longitud de 93 kilómetros desde China, Nuevo León. Bombeará el recurso hídrico hasta la potabilizadora San Roque, para así abastecer de agua a la Zona Metropolitana de Monterrey.

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