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Agenda 2030, ¿cómo va la región Bajío- Centro-Occidente?

La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad. Con la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia, también propone a las naciones pactos que las favorezcan.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en su análisis de las bases políticas para una estrategia de desarrollo basada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), atribuye un papel central a los pactos en un contexto democrático.

Destaca la importancia de los pactos fiscales, la gobernanza de los recursos naturales, la política industrial y la búsqueda de la igualdad como objetivo y como instrumento de desarrollo. Para la CEPAL, los pactos deben ser instrumentos que den transparencia y orientación a la acción de los Estados, así como que contribuyan a la vigilancia de sus acciones. Con ello, se evita que reflejen los intereses localizados de grupos con mayor poder económico y político.

Los ODS en México

El Laboratorio Nacional de Políticas Públicas (LNPP) del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) es una unidad especializada en ciencia de datos, métodos y técnicas de investigación empírica aplicada a las políticas públicas. En el LNPP, se encuentra la información, la asesoría y la formación necesaria para impulsar la concertación de pactos entre actores relevantes para el desarrollo local y nacional.

El LNPP ofrece un documento rico en indicadores para evaluar el curso subnacional en México de la Agenda 2030. Al desagregar cada uno de los 16 ODS, da cuenta de las prioridades a considerar para cada una de las entidades federativas.

Cada año deberían verse más programas y proyectos a favor de los ODS. La aplicación de sus medidas permite el desarrollo de acciones multiplicadoras de procesos que redundan en más y mejores condiciones de vida para la población, las personas y el planeta. En la gráfica siguiente se aprecia qué tanto han avanzado las entidades en cada una de las metas de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible y sus zonas grises.

Después de seis años deberíamos ir al 40% de avance en todas las metas, pero notamos grandes asimetrías.

NÚMERO DE INDICADORES POR ODS EN LA LISTA DE LAS 10 PRIORIDADES MÁS ALTAS POR ESTADO

Se aprecian zonas grises particularmente en las columnas correspondientes a los ODS 9, 10 y 11 (Industria, innovación e infraestructura; Reducción de las desigualdades, y Ciudades y comunidades sostenibles).

Hay mayor número de prioridades en los 8 y 16 (Trabajo decente y crecimiento económico, y Paz, justicia e instituciones sólidas). Sólo seis entidades cuentan con programas prioritarios en el ODS 2 (Cero hambre), puesto que la pandemia ha incrementado las dificultades para acceder a la alimentación.

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Retos y logros en la región Bajío-Centro-Occidente

Con el mayor nivel de desarrollo en Aguascalientes tenemos el acceso a los servicios básicos en las viviendas. Hablamos de los tres servicios: luz agua y drenaje, con coberturas prácticamente universales.

Los indicadores de desarrollo de nivel más alto logrados por Querétaro y San Luis Potosí son en el renglón de su deuda estatal como proporción de sus ingresos.

Guanajuato y Zacatecas destacan por tener una baja tasa de mortalidad por VIH/SIDA por cada 100 mil habitantes.

Son deseables para Aguascalientes y la Región del Bajío:

Por otro lado, el valor del sector de la minería presenta el nivel más bajo de desarrollo en Aguascalientes, junto con Querétaro.

El indicador de desarrollo de nivel más bajo para San Luis Potosí es su total de pesca en toneladas. En el caso de Guanajuato el más bajo es el número de bibliotecas por cada 100 mil habitantes; Zacatecas resalta por sus noches de estadía hotelera normalizadas por población.

En cuanto al valor de los indicadores con menor avance por entidad, tenemos que Aguascalientes se remarca en el renglón de índice de productividad laboral con base en el personal ocupado.

El valor de los indicadores de desarrollo más bajo para San Luis Potosí es su población con carencia por acceso a servicios de salud. En el caso de Guanajuato, el valor más bajo es su tasa de matriculación en secundaria entre los efectivos de doce a catorce años; tanto Zacatecas como Jalisco presentan una reducida capacidad de tratamiento de agua en operación y residual.

En el indicador con menor avance por entidad, tenemos que Aguascalientes destaca por la menor cantidad hombres y mujeres en el Sistema Nacional de Investigadores.

El indicador de menor avance para San Luis Potosí está en su intensidad energética respecto a la economía de KWh al año. En el caso de Guanajuato, es la suma no pagada al fondo de aportaciones; Zacatecas en su superficie no apoyada por el Programa de Desarrollo Forestal; Jalisco maneja un alto índice de días para empezar un negocio, y Querétaro carece de una mayor capacidad de inversión.

Gobiernos, órganos autónomos y empresarios: todos por una misma meta

Los gobiernos de las 32 entidades federativas y de diversos municipios han establecido órganos o mecanismos para el seguimiento e implementación de la Agenda 2030.

Catorce de ellas han alineado parte significativa de su plan estatal de desarrollo con el enfoque de desarrollo sostenible. Muchas entidades federativas, municipios y alcaldías requieren acompañamiento para seguir fortaleciendo sus capacidades en materia de desarrollo sostenible.

Tras las elecciones de este año, los cambios de administración en un importante número de gobiernos locales en todo el país nos plantean el reto de dar continuidad a la incorporación de la Agenda 2030 en cada uno de ellos.

El Poder Legislativo instaló una Comisión Especial para el Seguimiento a la Implementación de la Agenda 2030 en México. Desde esos espacios se promueven legislación, presupuesto, agendas, capacitaciones, guías y diagnósticos con perspectiva de desarrollo sostenible para la Agenda 2030. A su vez, buscan la colaboración con los Congresos Estatales para alcanzar los ODS desde el ámbito local.

En el sector empresarial, se han sumado a la Agenda 2030 empresas, fundaciones y cámaras, con acciones en sus procesos productivos, medición de logros, análisis de legislación y estrategias de articulación.

Bajo el liderazgo de la Red Mexicana de Pacto Mundial, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y el Gobierno de México se crearon 19 grupos de trabajo multiactor liderados por empresas para impulsar acciones en temas clave para acelerar la consecución de los ODS.

El Sistema de las Naciones Unidas en México (SNU México), por su parte, acompaña al país en el avance en la Agenda 2030 mediante el conocimiento, análisis e impulso de políticas públicas alineadas al Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024: fortalece capacidades institucionales y vincula a más de dos millones de personas voluntarias.

Desde su Marco de Cooperación, el SNU México apoya los esfuerzos de México en las áreas de igualdad e inclusión, prosperidad e innovación, economía verde y cambio climático, paz, justicia y estado de derecho.

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