Otra empresa mexicana de aviación cerró sus puertas debido a la complicada situación financiera del país: Aeromar. Luego de 35 años en México, la firma cesó sus operaciones convirtiéndose en la segunda aerolínea que quiebra en los últimos tres años, después de Interjet, así como la número quince desde el año 2000, entre las que destacan Taesa, Mexicana de Aviación, Aerolíneas Internacionales, entre otras.
Si bien la empresa privada luchó por varios años para mantenerse a flote, ninguno de sus intentos por conseguir inversionistas rindió frutos, por lo que las instituciones públicas tomaron cartas en el asunto e impidieron que la empresa continuara operando los únicos seis aviones con los que contaba.
¿Por qué quebró Aeromar?
Desde hace varios meses, Aeromar dejó de pagar sus obligaciones como empresa, principalmente impuestos al SAT y aportaciones al IMSS e INFONAVIT. Una suma estimada de $500 millones de pesos mexicanos en deuda.
Debido a la premura de la situación, la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) anunció que protegerán a los casi 700 trabajadores de la empresa transfiriéndolos a otras compañías de aviación como Aeroméxico, Viva Aerobus y Volaris; así como otorgándoles servicios de atención médica gracias al IMSS, suspendiendo el cobro de sus créditos con el INFONAVIT y retribuyéndoles con el capital que provenga del embargo de los bienes de la compañía.
La Procuraduría Federal del Consumidor invitó a las 4,900 personas que contaban con boletos de Aeromar a adherirse a una demanda contra la empresa. Mediante esta los consumidores podrán exigir una indemnización para todos los afectados, en la cual se les otorgará el 20% del precio de su boleto, así como los intereses legales en razón del nueve por ciento anual.
¿Cómo operaba Aeromar?
Aeromar fue fundada en la Ciudad de México en 1987. Su primer vuelo fue el 7 de noviembre del mismo año, desde el Aeropuerto Internacional de Toluca con destino al Aeropuerto Internacional de Acapulco. La compañía tenía 15 socios interlineales y se posicionó como socio estratégico de Star Alliance en México, la alianza de aerolíneas más grande del mundo.
Pese a que la firma tenía acuerdos de código compartido con aerolíneas de alcance global como Emirates, Air Canada y United Airlines, representaba menos del 1% del mercado aéreo atendiendo 20 rutas nacionales y tres internacionales como:
Nacionales:
- CDMX
- Acapulco
- Aguascalientes
- Cancún
- Chetumal
- Ciudad Victoria
- Colima
- Cozumel
- Guadalajara
- Ixtapa
- Ixtepec
- Mazatlán
- Mérida
- Monterrey
- Piedras Negras
- Puerto Escondido
- Puebla
- Puerto Vallarta
- Tepic
- Villahermosa
Internacionales:
- La Habana, Cuba
- Laredo, Texas (EEUU)
- McAllen, Texas (EEUU)
¿Oportunidad o presagio para otras aerolíneas?
Tras la pandemia por COVID-19, el sector de la aviación se ha visto fuertemente golpeado. De acuerdo con datos de la Agencia Federal de Aviación Civil, en 2019 el número de vuelos regulares nacionales e internacionales en los aeropuertos mexicanos fue de 855,049; para el 2020 cayó a 463,120, mientras que en el 2021 se colocó en 677,856. De 2022 la misma AFAC reportó 811, 267 operaciones: cifra aún por debajo de la de tres años atrás.
A esto se le suma que, de acuerdo con el Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac (Cicotur), de mayo de 2021 a junio del 2022, las aerolíneas mexicanas perdieron 9 mil millones de pesos debido a la degradación a categoría 2 que impuso la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA).
De esta manera, de acuerdo con la Bolsa Mexicana de Valores, durante el mes de julio del 2022, las dos empresas de aviación más grandes del país, Aeroméxico y Volaris, experimentaron un detrimento importante en sus acciones, del cual aún no se recuperan totalmente.
Esto refleja lo inestable que es la situación para la industria de la aviación en México, lo que a su vez pone en riesgo a las empresas más pequeñas dentro del país, tal como fue el caso de Aeromar. Con esto en mente, es importante tomar en cuenta el número total de empleados que tienen las compañías, pues la quiebra de alguna de estas implica que cientos de personas se quedarían desempleadas.
Algunas aerolíneas han visto oportunidades en la crisis reciente que ha vivido Aeromar. Aeroméxico, por ejemplo, anunció que hasta el 28 de febrero condonará el total de la tarifa de los vuelos de usuarios afectados por el cierre de Aeromar que se dirigían a Colima, Tepic, Ciudad Victoria, Piedras Negras, McAllen e Ixtepec.
De igual manera, Volaris trasladará sin costo a los pasajeros afectados hasta el 31 de marzo y Viva Aerobus tendrá vuelos gratis y descuentos para pasajeros de Aeromar que se dirigían Acapulco, Ixtapa, Villahermosa, Cancún y Puerto Vallarta, uno de los destinos más concurridos de la aerolínea (con tres rutas directas a este sitio).
Uno de los principales motivos que ha frenado al sector aeroportuario y que ha generado una mayor incertidumbre en este mercado es el cierre de los aeropuertos durante el 2020. Esto se debe a que, al cierre del 2019, hubo un total de 102,498 mil pasajeros transportados en México, de diversas regiones del mundo; la mayor afluencia reportada en la nación desde 1991.
Sin embargo, con el cese de las actividades debido a la pandemia, para el 2020 sólo fueron transportados 48,366 mil pasajeros de manera regular. Esto implica una reducción de más del 58% en el número total de viajeros, lo cual golpeó fuertemente este sector económico. Y ya para el 2021 el número total de pasajeros ascendió a 80,325, permitiendo una recuperación gradual en el sector.
Mientras que, durante el 2022, un total de 106,855 mil pasajeros hicieron uso de los aeropuertos nacionales; de los cuales 49,692,226 eran de vuelos internacionales y 57,163,392 provenían de vuelos nacionales. Esta cifra revela que durante el último año la industria de la aviación en México experimentó una recuperación considerable, logrando superar por 4% al número de pasajeros transportados en el 2019.
Con base en estas estadísticas podríamos esperar que a lo largo de este 2023 y durante los próximos años, el sector de la aviación en nuestro país pueda experimentar un crecimiento considerable. No sin antes tomar en cuenta algunos factores económicos por los que atraviesa la nación, tales como la inflación, o el aumento en la tasa de interés.
Expectativas de la industria
México aún tiene un largo camino para recorrer en lo que respecta a la industria de la aviación. A pesar de que ha logrado aumentar su número de pasajeros en el último año, actualmente hay menos de diez aerolíneas nacionales que laboran en este mercado. Además, la pérdida económica vivida durante el 2022 dejó su marca en muchas de las empresas nacionales.
A esto se suma que el desarrollo económico a nivel mundial del sector aéreo en octubre del 2022 se encontraba 24.7% por debajo del rendimiento observado en el 2019. Aún así, la Organización de Aviación Civil Internacional indica en su reporte mensual de noviembre del año pasado que la recuperación de la industria de la aviación tomó momentum durante este mes, logrando estabilizarse durante la temporada baja luego del verano.
En lo que respecta a la capacidad aérea, a nivel mundial en septiembre del 2022 se vivió una contracción de 25.9% con respecto al 2019; siendo las regiones más afectadas Asia, África y el Medio Oriente. Mientras tanto, Norteamérica, Europa y Latinoamérica junto con el Caribe han logrado tomar fuerza en los últimos años.
Particularmente en Latinoamérica y el Caribe, la región en donde se encuentra México, se vivió en septiembre del 2022 una contracción del 10.8% comparándonos con el 2019. Pero, esta zona del continente experimentó un crecimiento de 46.6% desde el mismo periodo del 2021.
Finalmente, podemos observar que las proyecciones de recuperación para las aerolíneas sigue siendo difusa. Esto principalmente a que el proceso para volver a niveles pre-pandémicos ha sido lenta, y a que la situación económica global es incierta. De esta manera, actualmente las aerolíneas mexicanas permanecen vulnerables frente a un mercado adverso, aunque se espera que a lo largo del 2023 y durante los próximos años se pueda llegar a un terreno más estable.