La situación de los adultos mayores al momento de contratar un seguro de vida o de gastos médicos es un poco compleja. Elementos como la normatividad existente, las políticas internas de cada firma aseguradora y una serie de mitos pueden ocasionar cierta confusión en este sector poblacional. Xóchitl Padilla, directora y fundadora de la empresa XP Previsión Financiera, y un agente de seguros hablan al respecto.
¿Un segmento desatendido?
El segmento de los adultos mayores está «desatendido» por las aseguradoras, según dice un agente de seguros que prefirió mantenerse en el anonimato. El especialista aduce que las leyes regulatorias actuales fijan un límite de edad para asegurar a una persona, lo cual dificulta enormemente que, “como nuevo negocio”, se le otorgue una póliza nueva a una persona de la tercera edad. “Sí hay personas de 75 años que siguen moviendo su póliza, pero repito: hacer una nueva póliza a partir de los 70 años es complicadísimo por la normatividad existente”.
Añade que, para determinar los límites de edad, las aseguradoras, coordinadas con la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), trabajan con tablas de mortalidad. La propia CNSF lo explica de la siguiente manera: “Las tablas de mortalidad constituyen un elemento técnico de primera importancia para una operación sólida, competitiva y eficiente en los seguros de vida. La solvencia y la estabilidad financiera de las empresas que operan el ramo de vida, depende, entre otros aspectos, de la disponibilidad de tablas de mortalidad apropiadas, que reflejen una adecuada medición de la siniestralidad que se deberá enfrentar en la operación”.
Aunado a las tablas de mortalidad, las firmas de seguros trabajan con estadísticas de distintos organismos de salud (como la OMS). A partir de la información recabada, las compañías identifican que es recurrente, después de cierta edad, que las personas manifiesten enfermedades preexistentes, o bien, sean propensas a desarrollar algún padecimiento.
«Es un riesgo inminente muy fuerte, en el cual los asegurados apenas empiezan a pagar primas uno o dos años y fallecen, por lo que las compañías tienen que indemnizar con fuertes sumas de dinero», agrega el especialista.
“Hay que entender que las aseguradoras son instituciones privadas, por lo cual tienen que ser rentables. Para que determinen esa rentabilidad, tienen que hacer ejercicios actuariales y un análisis de riesgo. Si ellos aceptaran a todas las personas con un número alto de factores de riesgo, la siniestralidad subiría y la empresa tendría que desembolsar grandes cantidades de dinero por esas personas, lo cual afectaría a todos los implicados, porque con base en la siniestralidad se determinan las tarifas de los seguros”, explica Xóchitl Padilla, directora y fundadora de XP Previsión Financiera.
Derivado de lo anterior, se entiende que haya firmas que, buscando cuidar su siniestralidad y no aumentar sus tarifas para ser competitivas en el mercado, fijen un límite de edad más bajo para otorgar una póliza; mientras que otras apuestan por establecer un tope ligeramente superior -alrededor de los 74 años-, esperando vender más y acaparar una cuota de mercado más grande a cambio de una siniestralidad más alta. “Son temas de estrategia”, señala Padilla.
Si bien hay normas que delimitan el rango de edad permitido, la empresaria detalla que las firmas aseguradoras pueden solicitar ante la CNSF la autorización de un producto que exceda el margen de edad establecido. «Si la comisión lo avala y lo acepta, entonces el producto tiene validez y se saca al mercado».
Más mitos que desatención
Xóchitl Padilla no considera que el segmento de los adultos mayores esté desatendido, sino que hay una serie de mitos alrededor de él y una falta de cultura financiera, lo cual conduce a esa conclusión errónea. Estos mitos son los siguientes:
- No son asegurables. “La realidad es que sale más económico si contratas la póliza joven y sano; pero no hay impedimento para asegurar a alguien mayor”.
- Son precios inaccesibles. “Sí sube el precio, evidentemente; pero no significa que sean impagables”. Pone como ejemplo que en XP Previsión Financiera recientemente cotizaron un seguro de gastos médicos para una persona mayor de 70 años de alrededor de 27,000 pesos anuales en promedio.
- No eres asegurable si estás enfermo. “Ahí depende del tipo de enfermedad y el control que se tenga de ella. Un diabético que se cuida, que hace ejercicio y tiene una buena dieta, perfectamente puede ser asegurable».
Recomendaciones:
- Conocer perfectamente las condiciones del seguro que se contratará.
- No falsear u omitir información. La empresa podrá rescindir el contrato si tiene conocimiento de que el asegurado incurrió en alguna omisión o declaración inexacta, advierte el subdelegado de la Condusef.
- Contratar el seguro cuando se es joven y sano.