Algunos hogares en Aguascalientes reciben una cantidad importante de recursos a través de instituciones públicas, privadas, o de familiares que viven en otros países. Es importante considerar esto para efectos de apreciar a detalle la vulnerabilidad real de estas familias.
Actualmente, en 37 de cada 100 viviendas aguascalentenses, al menos una persona se beneficia con algún tipo de percepción económica diferente al salario. La mayoría de quienes perciben ingresos ajenos al trabajo, pertenecen a los sectores de menores recursos, lo que favorece su poder adquisitivo y la circulación de efectivo en el mercado interno. Para ilustrar esta idea; en remesas se reciben un millón de dólares diarios.
Por primera vez, la encuesta intercensal del INEGI captó información sobre las otras fuentes de ingreso de los hogares. Las opciones son:
- De personas que viven en otro país,
- De alguien que reside en otra vivienda
- De programas sociales o becas escolares
- Por jubilación o pensión.
Porcentaje de hogares, según su fuente de ingreso monetario
Durante el 2015, al menos uno de los integrantes de los hogares del estado recibió apoyo de programas sociales del gobierno. Esto equivale al 17,7 por ciento. Entre las principales fuentes de ingreso monetario (después del empleo) están los programas Prospera, Oportunidades, Programa de Adultos mayores, entre otros.
La jubilación o pensión es la segunda fuente de ingreso en los hogares, con el 14.3 por ciento; seguida de la contribución económica que aportan las personas que residen en otra vivienda, pero dentro del país, con el 7.5 por ciento. Corresponde a las remesas, que son el ingreso monetario que llega del extranjero, el 7.1 por ciento.
Es importante saber que las transferencias monetarias son superiores en hogares ubicados en localidades con menos de 2 mil 500 habitantes. La concentración del ingreso, una vez consideradas las transferencias, se presenta atenuada: de un coeficiente de Gini (medida utilizada para calcular la desigualdad donde cero corresponde a la perfecta igualdad y 1 a la desigualdad completa) de 0.491 se reduce a 0.438. Las transferencias que no provienen del estado, como lo son las remesas o los productos en especie enviados del extranjero, colaboran para que esta modificación sea mucho menor a la esperada.
El caso de las remesas es emblemático. Las cantidades enviadas se subdividen entre miles de familias. Estas aportaciones significan una de las más importantes fuentes de ingresos en los hogares más propensos a presentar desigualdades.
En general, se puede decir que en México las políticas públicas que el estado ha promovido, buscando mejorar las condiciones de los más vulnerables, han tenido un resultado más bien desigualitario. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos en los Hogares (ENIGH), la desigualdad entre las familias no se ha modificado en más de veinte años y no se visualizan perspectivas de mejoramiento en la repartición de la riqueza, al menos en el corto plazo.