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Acuerdo UVTC-CIIDEN, la fundación que capitaliza los sueños

Son las principales generadoras de empleo en México. Juntas agrupan al 70 por ciento de la población formal ocupada en el país y, a pesar de ello, cada día se enfrentan a grandes retos que ponen en peligro su permanencia en el mercado.

Al año, se crean alrededor de 70,000 pequeñas y medianas empresas (pymes) en la república mexicana; muchas de ellas con una fecha de caducidad no mayor a 5 años, según el INEGI. Hoy, las pymes padecen de enfermedades financieras y comerciales que les impiden crecer.

De acuerdo con el Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera, los ingresos insuficientes, los objetivos débiles y una planeación deficiente, además de la falta de apoyos y programas de acompañamiento, son las causas principales del fracaso de los negocios mexicanos.

A través de un sistema especializado en acompañamiento integral e incubación de empresas, la fundación Acuerdo UVTC-CIIDEN busca dar solución a estos problemas.

Aunque la organización tiene apenas dos años en operación, ya asesora a más de 50 unidades económicas, entre las cuales hay 40 negocios colombianos interesados en invertir en México, y 10 negocios mexicanos que buscan consolidarse para comercializar sus productos en el extranjero.

El plan que se adelantó a la crisis del TLCAN

En la década de los noventa, cuando México firmó el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que ahora se encuentra en proceso de renegociación), el contador Héctor Tristán Romo creó el antecedente de lo que sería la fundación Acuerdo UVTC-CIIDEN, acción con la cual se anticipó a los conflictos que el país tendría con EUA.

Para el visionario, el TLCAN implicaba que México tuviera una desventaja de competitividad comercial frente a Estados Unidos y Canadá, debido a que no contaba con un plan de desarrollo económico a futuro.

En 2011, Edson Carlos Tristán Esquivel, hoy presidente de la organización, decidió materializar el Acuerdo UVTC-CIIDEN como un proyecto de impacto nacional, cuyo objetivo fuera el de transformar las problemáticas del país, por medio del fortalecimiento de las empresas mexicanas.

El dirigente nos habla acerca de lo que lo inspiró a fundar esta institución: “Nos dimos cuenta de que en la crisis financiera de 2008, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica fueron las naciones menos afectadas. Dejaron una política global que era poco funcional y siguieron sus propias políticas con base en sus intereses y adaptadas a sus condiciones sociales para poder marcar un parámetro diferenciador de cómo competir en la economía y cómo hacer un verdadero comercio de forma liberal”.

Siete años de arduo trabajo, durante los cuales se buscó a asociados preocupados por el futuro del país, dieron sus frutos en febrero de 2017, cuando se concretó la fundación de UVTC-CIIDEN en el Bajío. Su oficina central fue establecida en Aguascalientes. Ahora, su reto es acercarse al sector empresarial de la región y generar una estrategia para que las empresas puedan competir en un mercado cada vez más globalizado.

Para tal efecto, la organización generó convenios de colaboración con varios actores preponderantes de la vida política, económica y social, como ex presidentes de cámaras empresariales, ex directores de universidades, desarrolladores de ciencia y tecnología, propietarios de medios de comunicación, alcaldes, gobernadores y figuras internacionales de diversos ámbitos.

“Países que consideramos hermanos en temas comerciales, como Estados Unidos con el TLCAN, resulta que no son tan amigos y pretenden cambiar todo el escenario económico al cual el mexicano está acostumbrado. Hoy, estamos obligados a buscar otras alternativas de comercio; pero también a buscar apuestas en el desarrollo tecnológico para poder redirigir una estrategia a largo plazo que nos garantice colocarnos como una treceava economía del mundo”, menciona Edson Tristán.

El primer paso de este ambicioso proyecto fue el de llamar la atención de los gobiernos internacionales, principalmente de los aliados comerciales de México. Ahora, es necesario establecer canales de comunicación y negociación con estas naciones para promover la internacionalización de los negocios mexicanos.

De acuerdo con Edson Tristán, el sector privado tendrá un papel muy relevante en esta transformación. El empresario deberá cobrar mayor importancia en la política y decirle al Estado cómo tomar decisiones más asertivas. Opina que la república mexicana tiene un gran potencial de crecimiento y podría llegar a prescindir de aliados como Estados Unidos; sin embargo, para ello se tienen que romper muchos paradigmas y desmentir algunos mitos que frenan la competitividad internacional de las empresas.

El Bajío, el paraíso empresarial de México

Históricamente, Aguascalientes ha sido, al igual que Colima, un estado donde se desarrollan muchos programas piloto. Su poca población, seguridad alta y ubicación estratégica facilitan la puesta en práctica de políticas para evaluar su aplicabilidad en el resto del país; pero eso no fue lo que atrajo a Edson Tristán a la entidad. Para él, la nobleza de la gente y el importante crecimiento industrial fueron los principales atractivos de la tierra aguascalentense.

La región del Bajío se ha especializado en la manufactura y se ha colocado como el foco de atención de los inversionistas japoneses por la calidad de su mano de obra. Además, destacan su bajo índice de desastres naturales, buena conectividad ferroviaria con puertos marítimos y terrestres de las fronteras de México, una población joven y un gran crecimiento ocupacional.

“Hay que reconocer que el Bajío ha tenido un crecimiento interesante en los últimos 30 años. Esta región es importante no solamente en el tema logístico, sino también en la economía. Hoy, entendemos que Aguascalientes tiene una preponderancia económica, la cual también posee Guanajuato. De ahí, nace nuestro interés”, señala.

Cambiar la mentalidad del empresario, el reto más grande

Edson Tristán cree que tanto el emprendedor como el empresario mexicano se encuentran en una zona de confort.

En su mayoría, dirigen empresas de segunda o tercera generación que deciden no competir en el contexto internacional, quedándose en un estado de comercialización muy limitado. Estos negocios subsisten únicamente por su posicionamiento (el cual obtuvieron desde hace años); no obstante, esto implica un gran riesgo que cada vez se hace más evidente: las compañías multinacionales están abatiendo a las locales en su propio terreno.

“Preocupado, pero no ocupado, así es el empresariado mexicano en general. Temeroso, anquilosado y con ignorancia de cómo se maneja el mercado internacional. El mundo es muy amplio; por eso, o cambiamos nuestras perspectivas económicas internas y nuestras políticas externas en los tratados de libre comercio, o vamos a estar acabados”, advierte.

Pero eso no es todo. Los negocios que sí se aventuran, se limitan a exportar a Estados Unidos, dejando de lado naciones en las que México tiene grandes oportunidades de desarrollo, como Colombia o Japón.

En la actualidad, la república mexicana cuenta con una red de 12 tratados de libre comercio con 46 países, 32 acuerdos para la promoción y protección recíproca de las inversiones con 33 países y 9 acuerdos de alcance limitado.

Una de las dudas que más resuena en la mente del temeroso empresario al momento de buscar apoyo es: ¿Y si me roban la idea? Edson Tristán reconoce la importancia de los contratos de confidencialidad en el proceso de incubación; por eso, Acuerdo UVTC-CIIDEN genera contratos de este tipo, según las características de cada proyecto.

Los cinco pilares de la incubación

Fueron necesarios cuatro años para desarrollar una estrategia de encadenamiento productivo eficiente que garantizara a las empresas un acompañamiento real durante su crecimiento. Este sistema tiene por objeto proporcionar competencias a los negocios que les permitan asegurar su permanencia en el mercado. Este programa consta de cinco elementos:

¿Qué le depara a las pymes en el futuro?

Según el presidente de Acuerdo UVTC-CIIDEN, para garantizar el éxito y el fortalecimiento de las pymes, los mexicanos “tenemos que encontrar nuestro propio camino”. Es decir, evaluar en qué somos fuertes para después generar una estrategia de desarrollo a largo plazo con políticas que favorezcan las relaciones comerciales con otras naciones.

Otro punto importante será buscar que el emprendedor y el empresario se alejen de la comodidad y venzan el temor de competir en los mercados internacionales.

“Más del 60 por ciento de las exportaciones a nivel internacional a nuestro país son dominadas solo por 10 grandes grupos industriales. Eso es preocupante, porque implica que no hemos sido capaces de generar empresas que diversifiquen nuestra economía y que ofrezcan más y mejores productos para el mercado interno”, expone el ejecutivo.

A corto plazo, la fundación pretende desarrollar el primer “Foro Económico México-Colombia a través de la Alianza del Pacífico en el contexto global”, mediante el cual reforzará los lazos de apoyo entre ambos países.

“Me gustaría ver a México dentro de las siete economías del mundo. Me gustaría ver un país en donde la gente no se preocupe por ver qué va a comer, con oportunidades para todos, en donde la hipocresía y la injusticia no sean las y la injusticia no sean las que reinen, un país unificado”, reflexiona Edson Tristán.

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