El Acueducto Solís–León se ha convertido en un punto de tensión entre autoridades locales y el Gobierno federal. Ocho presidentes municipales de la Ribera del Lago de Chapala firmaron un manifiesto para exigir que se frene esta obra hidráulica, señalada como una amenaza para el equilibrio hídrico, ambiental y económico del lago más grande de México. La petición incluye la revisión técnica del proyecto, el respeto a acuerdos vigentes y la defensa de un recurso vital para millones de personas.
¿Qué es el Acueducto Solís–León y a quién abastecería?
De acuerdo con el Plan Nacional Hídrico 2024–2030, el Acueducto Solís–León conectaría la presa Solís, en Michoacán, con ciudades de Guanajuato como León, Celaya, Salamanca, Irapuato y Silao.
Según datos del Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI, la zona beneficiada supera los 3.5 millones de habitantes.
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Cada persona consume en promedio 366 litros diarios en su hogar, según la Encuesta de Geografía y Medio Ambiente del INEGI.
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La extracción para el acueducto reduciría el caudal que alimenta al Lago de Chapala.
Riesgos para el caudal y la biodiversidad del Lago de Chapala
El Lago de Chapala abastece al 60% del Área Metropolitana de Guadalajara y a decenas de comunidades de Jalisco y Michoacán.
Además, es un Sitio Ramsar, lo que lo reconoce como humedal de importancia internacional, y Patrimonio Cultural Inmaterial de Jalisco.
Los alcaldes advierten que la reducción del caudal provocaría:
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Muerte de especies y pérdida de biodiversidad.
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Afectaciones a la pesca, agricultura y turismo.
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Riesgo de migración forzada por falta de agua, como en 1955 y el 2000.
«El Lago de Chapala no olvida esos años en que su línea costera se retiró más allá de su vista, y la gente salió en procesión a pedir lluvia», recordó Alejandro Aguirre Curiel, alcalde de Chapala.
Acuerdos vigentes y obligación legal de consulta
Los firmantes exigen cumplir el Convenio de Coordinación y Concertación de 2004 y el Decreto sobre la Subregión Hidrológica Lerma–Chapala de 2014. Ambos establecen que la CONAGUA debe consultar y coordinarse con todos los estados de la Cuenca Lerma–Chapala–Santiago antes de modificar la distribución de agua.
Demandas de los alcaldes y municipios firmantes
Los presidentes municipales solicitan:
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Reconsiderar de forma inmediata el proyecto.
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Garantizar el cumplimiento de los volúmenes mínimos establecidos en acuerdos y decretos.
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Transparentar y socializar los estudios técnicos y de impacto ambiental con participación de especialistas nacionales e internacionales.
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Abrir mesas de trabajo interestatales con los tres niveles de gobierno.
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Reforzar la cooperación en saneamiento, control de extracciones y protección de la cuenca.
Entre los presidentes municipales que firman el manifiesto se encuentran:
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Alejandro Aguirre Curiel – Chapala
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Deysi Nallely Ángel Hernández – Ocotlán
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Arturo Israel Ascencio Gómez – Poncitlán
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Hugo David García Vargas – Jocotepec
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Santiago Coronado Valencia – Tizapán el Alto
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César Celestino Molina Sahagún – Jamay
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Juan Diego Fonseca Zepeda – Tuxcueca
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Raúl Roberto Ruedas Barajas – representante de La Barca
Los alcaldes se comprometieron a mantener una relación proactiva con el Gobierno federal y estatal, y a participar en las mesas de trabajo.
Su postura es unificada: ninguna obra o decisión administrativa debe poner en riesgo la vida del Lago de Chapala, porque su caudal y su equilibrio ecológico definen el presente y el futuro de millones de personas
«Respetuosamente, solicitamos a la Comisión Nacional del Agua reconsiderar el proyecto antes de su ejecución», indicó Aguirre Curiel.
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