El Acueducto Solís dará agua a Guanajuato en los próximos 50 años, de acuerdo con la declaración de la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo. La obra forma parte del Plan Nacional Hídrico 2024-2030 y busca dar solución a una de las mayores preocupaciones en la región: el abasto de agua potable.
El proyecto contempla una capacidad de 119.91 millones de metros cúbicos por año, lo que equivale a 3.802 metros cúbicos por segundo. Su propósito es abastecer a 3.5 millones de habitantes, de los cuales 1.8 millones residen en León.
Extensión y características del acueducto
El Acueducto Solís-León recorrerá 201 kilómetros desde la presa Solís hasta la ciudad de León. En su trayecto cruzará 10 municipios: Celaya, Villagrán, Cortazar, Salamanca, Salvatierra, Acámbaro, Tarimoro, Silao, León e Irapuato.
Los componentes principales incluyen:
- Obra de toma en la presa Solís.
- Planta de bombeo.
- Línea a bombeo de 800 a 1,000 metros de longitud para conducir un caudal de 3.802 m³/s.
- Planta potabilizadora.
Línea a gravedad desde la planta potabilizadora hasta León. - Tanques de entrega: uno de 50 mil m³ en León y otros cuatro con capacidad conjunta de 65 mil m³ para los municipios beneficiados.
Inversión y financiamiento
La gobernadora confirmó que la obra será financiada de manera conjunta por el Gobierno Federal y el Gobierno del Estado de Guanajuato. El proyecto no implicará costos directos para los municipios, más allá de las obras locales de conexión como plantas de tratamiento e instalación de tuberías.
La infraestructura hidráulica representa una de las inversiones más importantes en la historia reciente de Guanajuato, ya que sustituye al cancelado proyecto de la presa El Zapotillo.
Impacto social y ambiental
El acueducto permitirá reducir la sobreexplotación de los mantos acuíferos en ciudades como Irapuato, donde más de un tercio de la población resultará beneficiada. En conjunto, la obra garantizará seguridad hídrica para los municipios del corredor industrial de Guanajuato, una de las zonas más dinámicas del país.
Además de los beneficios sociales, se busca asegurar un abasto confiable para la industria, el comercio y los hogares durante las próximas cinco décadas, lo que refuerza la visión de sostenibilidad y desarrollo equilibrado en la región.
Una visión de largo plazo
El Acueducto Solís-León no solo es un proyecto de infraestructura. Se trata de una apuesta estratégica que asegura agua potable a Guanajuato por los próximos 50 años, con impacto directo en la calidad de vida de millones de habitantes.
Con esta obra, el estado avanza hacia un modelo de seguridad hídrica, sostenibilidad e inclusión, respondiendo a uno de los mayores retos del futuro inmediato: garantizar el acceso al agua.












