La magistrada Gabriela Espinosa Castorena asumió, el 24 de julio de este año, la presidencia del Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE) para el periodo 2018-2022. Ella es la segunda mujer en ocupar este cargo.
Sus retos como titular de uno de los tres Poderes del Estado son muchos, pero uno de los principales es concretar la oralidad en materia familiar. Desde su perspectiva, esta ayudaría a agilizar los procedimientos en aras de abatir la carga de trabajo existente, la cual es producto de la desintegración que enfrenta el núcleo de la sociedad en Aguascalientes.
Pero la saturación no es exclusiva de los juzgados familiares, sino que es una constante en todas las materias (mercantil, civil, penal); de ahí que uno de los puntos de los once que contempla su Plan de Trabajo sea la elaboración de un diagnóstico, el cual le permita establecer cuáles son las necesidades más apremiantes en el Poder Judicial, aunque de antemano sabe que una de ellas es el fortalecimiento de todas las áreas, donde debe prevalecer el valor del servicio.
Ser mujer en el Poder Judicial
Juzgar con perspectiva de género es un tema de actualidad y en él tendrán que capacitarse quienes conforman el Poder Judicial, no solo porque quien lo preside es mujer, sino también porque el derecho a la equidad es una realidad en México.
En este sentido, la magistrada sabe que tiene un gran compromiso como profesionista y mujer: “Me siento muy orgullosa y satisfecha, pero el reto es doble porque, desafortunadamente, todavía estamos en una sociedad en la que muchos hombres no creen al 100 por ciento en las mujeres”.
Con 30 años de experiencia, confía en que sabrá hacer frente a una responsabilidad que en la práctica no distingue géneros, de manera que no está dispuesta a desaprovechar este tiempo.
“Yo creo que cada logro nos llega en su momento; tal vez no era mi momento hace cuatro años, hace ocho, hace dos. Tal vez este es el tiempo adecuado y créame que estoy consciente de la gran responsabilidad. No voy a desaprovechar esta oportunidad”, afirma.
Finalmente, Gabriela Espinosa asegura que durante su carrera dentro del Poder Judicial no ha tenido obstáculos para ascender y está consciente de que parte de su labor es seguir abriendo brecha para otras mujeres que han encontrado su vocación en la impartición de justicia y que están luchando por concretar sus metas.