La vida política pinta ser más complicada de lo que comúnmente se piensa. Lyndon Baines Johnson, quien asumió la presidencia de los Estados Unidos después del asesinato de John F. Kennedy, dijo que “el ayer no es nuestro para recuperarlo, pero el mañana es nuestro para ganarlo o para perderlo”.
Esa frase fue emblema de uno de los gobiernos más prósperos del país vecino, que tomó fuerza para convertirse en una “Gran Sociedad”; un término acuñado por B. Johnson como el “antes y después” del desarrollo social de Estados Unidos, que vio en la educación una herramienta clave para lograr crecer.
Podría decirse que esa ideología es la máxima de cualquier mandatario. Asumir un cargo que ya fue desempeñado por alguien más, aprender a hacer las cosas mejor, ocupar el puesto dignamente y generar frutos que llenen de satisfacción a miles de personas.
Se dice fácil, sin embargo, esto se traslada a que la mira de un gobernante debe de ir dirigida siempre hacia adelante. Piensa a futuro, pero actúa de inmediato. Si deja de hacer, se le critica; pero si hace, pocas veces -o nunca- se habla de ello. Ese es un reto para quien decide tomar un cargo como éste, que consciente de su camino sabe que el reconocimiento es tardío o a veces inexistente.
“El progreso no viaja en línea recta, se mueve en zigzag… En ajustes y arranques”, declaró Barack Obama al cierre de su mandato en los EUA. Con esa frase, el primer presidente afroamericano de la Unión Americana dio a entender que el proceso para construir una sociedad próspera no es tan corto ni tan sencillo como aparenta; que un Gobierno no puede generar por sí solo el desarrollo de la ciudadanía, pero sí es capaz de sentar los cimientos para lograr cambios en su beneficio.
Esas bases pueden tomar fuerza con el apoyo de la sociedad civil, de las empresas y de las universidades. Y esa fórmula ha sido ejercida desde hace casi dos años en Aguascalientes y ha sido comandada por gente convencida de que la entidad tiene las herramientas suficientes para despegar a una gran escala. Pero, ¿qué se necesita para lograrlo?
Afianzar el vuelo
Hace dos años, Aguascalientes mostraba un buen desempeño en materia de crecimiento económico. Los indicadores eran positivos en generación de empleos y actividad industrial, impulsados principalmente por el sector automotor; sin embargo, ese empuje se veía sesgado por factores de competitividad en los cuales el estado venía en declive.
Pese a ser considerada un pilar económico para la entidad, la industria automotriz generaba incertidumbre para el sector privado local, que se cuestionaba: ¿qué pasaría si pierde su fuerza? Este tema puso sobre la mesa nuevas exigencias para el Gobierno que estaba por llegar:
“La parte económica del estado trae una buena dinámica desde hace tiempo; pero aun así, muchas voces indicaban que el estado no podría enfocarse solamente en el sector automotor; era muy arriesgado”, comenta Martín Orozco Sandoval, gobernador de Aguascalientes.
El trabajo formal tampoco veía mucho avance. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, en más de 10 años los empleos formales en el estado apenas crecieron por encima de 1 punto porcentual.
Además, los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) que Aguascalientes aportaba a México también fueron en descenso. De 1999 a 2016, la entidad pasó del lugar 5 al 9 del sector a nivel nacional, con 4.3 por ciento de incidencia sobre la IED del país; 1.6 puntos porcentuales debajo de lo registrado 18 años atrás.
Pero lo más preocupante era la baja capacidad de diversificar la actividad económica. De acuerdo con el Índice de Diversificación del Producto Interno Bruto del INEGI, la tierra hidrocálida pasó del puesto 15 al 27 en cuanto a su diversidad de actividades económicas entre 2003 y 2015, un descenso que fue reflejo de la dependencia que tuvo con la industria automotriz en los últimos años.
Las necesidades eran claras: Aguascalientes pedía empleos formales, especializados y mejor remunerados; requería de una mayor vinculación entre academia-gobierno-sector privado y, sobre todo, buscaba diversificar su economía.
Esas demandas se convirtieron en objetivos de trabajo para la Administración entrante. Martín Orozco Sandoval determinó metas claras para consolidar el desarrollo estatal:
“La diversificación no sólo se refiere al fortalecimiento de la industria en Aguascalientes, sino también al impulso de sectores como educación, campo, turismo, pequeñas y medianas empresas, entre otros. Antes de comenzar la administración, nos dimos cuenta de que teníamos que hacer ajustes para mantenernos muchos más años con un buen empuje económico”, explica el mandatario.
Sectores estratégicos
Para identificar cuáles eran las áreas de oportunidad para el desarrollo económico de Aguascalientes, el Gobierno del Estado realizó un estudio con el apoyo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y Citibanamex.
A través de éste, determinó la nueva dirección de la diversificación económica. Todo ello, con base en fundamentos del desempeño previo que tenía la entidad en distintos sectores de su economía:
“CIDE y Citibanamex fueron clave. Si bien se hacía hincapié en la diversificación, con ellos se cerró la pinza para saber cómo generar estrategias acordes a las nuevas dinámicas económicas del estado, con una planeación proyectada hacia 20 y 30 años”, expone Orozco Sandoval.
El estudio arrojó siete sectores clave para el crecimiento económico: tecnologías de la información, investigación, proveedores locales, salud, productos químicos, aeroespacial y agroindustrial. En poco menos de dos años, el seguimiento a estos comenzó a rendir sus frutos y se generó un ecosistema de desarrollo importante para los aguascalentenses de la mano de un socio fundamental: la educación.
Formadora de talento, impulsora de proyectos
Para Orozco Sandoval, el primer reto de diversificar la economía hidrocálida es reforzar su sistema educativo. “Al momento de hacer mejoras en materia económica, el primer ajuste debe ser el capital humano. Si no tienes personas preparadas para las nuevas tendencias económicas, difícilmente tendrás éxito”, refiere.
Bajo estos objetivos, el gobierno de Martín Orozco ha puesto como prioridad el impulso a las instituciones de educación media superior y superior, formulando estrategias para mejorar la vinculación entre academia y sector productivo.
Instituciones como los Conalep, CBTIS, CECyTEA, los bachilleratos y universidades tecnológicas, se han sumado a este proyecto que incentiva mayor preparación para los profesionistas hidrocálidos, así como oportunidades para que aspiren a mejores empleos y salarios:
“Por muchos años, la vinculación entre universidades y sector productivo no fue por el camino correcto. Cuando se hacían las prácticas profesionales no se sumaba tanto a la preparación; pero con este modelo, el 40 por ciento de la preparación académica se enfoca en que el estudiante entre de lleno a lo que será su trabajo en la vida real”, comenta el mandatario.
El dominio de un segundo idioma y la internacionalización de los estudiantes aguascalentenses han sido ejes impulsados por este mismo proyecto. En los últimos dos años, se crearon programas bilingües para estudiantes de educación básica, escuelas normales y universidades tecnológicas en el estado, mientras que más de 250 universitarios aguascalentenses fueron becados para estudiar en el extranjero.
Además, se construyó la Universidad Tecnológica Metropolitana, la primera institución de educación superior en el oriente de la ciudad, que promueve carreras de tecnología e innovación con programas bilingües; pero uno de los resultados de mayor impacto es la colocación de los estudiantes en el campo laboral: en los últimos dos años, el 100 por ciento de los egresados de ingenierías consiguieron un empleo al terminar sus estudios.
El corte de caja
La diversificación económica por la cual atraviesa Aguascalientes ha entregado resultados palpables en menos de dos años. En generación de empleos, la Administración actual está cerca de superar las 32,000 nuevas plazas en 22 meses. Además, ha registrado más de 2,100 millones de dólares invertidos en la entidad, provenientes de nuevos socios comerciales:
“Nuevos países se interesan por el estado. Han llegado inversiones de Alemania, China, Austria, India, entre otros; esto confirma que la continuidad en la promoción de la entidad y los ajustes que hemos dado en nuestras estrategias están funcionando”, menciona Orozco Sandoval.
En los últimos 22 meses, 39 empresas han invertido en Aguascalientes, lo cual representa, además de derrama económica y mejora en la forma de hacer negocios, un desarrollo integral para la sociedad hidrocálida:
“El compromiso de las empresas extranjeras no sólo se basa en la generación de empleos, sino en el desarrollo de programas sociales que mejoran la integración de las familias, el desarrollo de infraestructura en sus comunidades y actividades de convivencia”.
Pero ese crecimiento no sólo se debe a las compañías extranjeras, sino también a los pequeños y medianos negocios de la entidad: “Ofrecemos capacitación y financiamiento a las pequeñas y medianas empresas. Buscamos generar competitividad para que las pymes sobrevivan y desarrollen el potencial suficiente para crecer. En la medida que se hagan más competitivas, contarán con apoyos que, de la mano con SIFIA y la Secretaría de Desarrollo Económico, estaremos otorgando”.
Junto con estos sectores económicos, la administración de Orozco ha recobrado el crecimiento de otras actividades que tradicionalmente tenían un bajo desempeño. De este modo, se ha impulsado, además del empleo y las inversiones, nuevas oportunidades para industrias como el campo y los servicios:
¿Hacia dónde se dirige Aguascalientes?
Además de los temas que competen al Gobierno estatal, dos factores macroeconómicos entrarán en juego para los próximos años: un nuevo Gobierno federal y un nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos. ¿Cómo se para Aguascalientes ante ambos retos?
Orozco Sandoval resalta que en lo que respecta al nuevo TLCAN, el panorama pinta positivo; no obstante, reflexiona que es importante que se favorezca al sector automotor con mejores condiciones, puesto que, si bien se busca diversificar hacia nuevos sectores, no deja de ser una industria con gran importancia para la entidad.
Por el lado del Gobierno federal, el escenario sigue generando incertidumbre. El mandatario estatal considera necesario un mayor acercamiento de la próxima Administración de la República para explicar los temas económicos con mayor profundidad:
“El tema del presidente electo es preocupante. Es importante que volteé a la región Bajío y no sólo a fortalecer el sureste del país. Una clara petición es la construcción de la vía férrea Guadalajara-Aguascalientes, que permitirá menores costos en materia prima y producto terminado de nuestras empresas, lo que nos pone en un núcleo de logística de los más importantes del país”.
Aunado a estos dos factores, la visión del Gobierno estatal actual buscará generar un impacto mayor a sus seis años de administración. Martín Orozco resalta que Aguascalientes requiere mirar hacia el futuro para poder alcanzar un desarrollo sostenido, lo que podrá conseguirse a un ritmo más rápido de la mano de sus ciudadanos:
“Poder observar mejor infraestructura, gran sinergia en la parte educativa y un avance en las nuevas tendencias económicas que se requieren es una gran satisfacción. El objetivo es dejar una inercia distinta en Aguascalientes, con empleos especializados, bilingüismo, impulso a nuevas tecnologías, internacionalización de los jóvenes y apoyo a los sectores vulnerables. Pero requerimos de luchar todos juntos para mejorar; muchas problemáticas se pueden corregir desde el núcleo familiar, por lo cual es importante seguir trabajando en conjunto”.