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7 hábitos para triunfar en los tiempos actuales

El éxito es la aplicación diaria de la disciplina. Las personas de éxito son aquellas que aplican los hábitos del éxito diariamente, sin admitir excusas de ningún tipo. Como dice Brian Tracy: “Todo el mundo hace cosas que hace la gente de éxito, la diferencia es que la gente de éxito hace esas cosas todo el tiempo”.

¿Y cuáles son esos hábitos?

1. Comienza bien el día
Inicia con lo que se conoce como la Golden Hour (Hora de Oro). Hay personas que dedican la primera hora de su día a la meditación, leer libros inspiradores o hacer deporte. Empezar con el pie correcto ayuda mucho a afrontar el resto de la jornada. Los pensamientos determinan los sentimientos que se traducen en comportamientos productores de resultados exitosos o mediocres. Son los antecedentes de los hechos, por eso una forma correcta de pensar conduce a una manera buena de actuar. Cada pensamiento es una inversión o un coste, te da poder o te lo quita. De lo que se trata es de provocar un estado de la mente. Al cerebro hay que engañarlo. El 80 por ciento de los pensamientos son negativos. Ganar es una decisión consciente; perder es una decisión inconsciente.

2. Prepara el día por adelantado
Organiza tu día la noche anterior, así cuando llegue la hora de empezar, aprovecharás desde el minuto uno. Esto implica dos cosas: qué hacer (establecer objetivos) y en qué orden (priorizar). Es un error ponerse a planificar la jornada cuando inicia la jornada; primero, porque planificar exige tiempo; y segundo, porque perderemos ese tiempo de otras actividades. Un alto directivo decía hace poco: «Para ser productivo, reviso mi agenda tres veces al día».

3. Concentra tu atención en una única tarea
La multitarea es el mayor enemigo de la productividad. No veas el mail más de dos o tres veces al día. Apaga todo tipo de alertas. Dedica a las redes sociales un determinado tiempo previsto por anticipado. Tu capacidad de enfoque es crítica para tu productividad personal. Y recuerda: productividad no es hacer muchas cosas, sino dejar de hacer muchas cosas irrelevantes.

4. Visualiza continuamente tus metas
El cerebro es un órgano buscador de soluciones cuando se le da un objetivo nítido. Entonces, concentra todo su atención en captar información e ideas para hacerlo realidad. La claridad es fuerza. Una vez que una orden (meta) queda grabada en el inconsciente, ésta cobra vida propia. Para ello, es esencial visualizarla continuamente, ya sea mentalmente, por imágenes o por escrito.

5. Cuida tu instrumento para experimentar la vida: tu cuerpo, mente y corazón
El éxito exige mucha energía del cuerpo. Esto implica cuidar de tres cosas: sueño, nutrición y ejercicio. Es imposible; si no se duerme bien (estás cansado), si se come mucho y mal (estás pesado y deprimido) y si no se oxigena el cuerpo (ejercicio), dar el cien. Se estará muy por debajo del rendimiento potencial. Si la energía es mínima, los resultados obtenidos serán pobres. Es importante también tener mucho cuidado con los pensamientos, de hecho se puede decir que lo único que realmente se puede controlar son los pensamientos y para esto se debe tomar conciencia de qué modo de pensar se tiene: si se piensa en escasez, temor o en abundancia y unión. El hombre es un ser espiritual con experiencias físicas y para que pueda experimentar el mundo necesita de un sistema integrado en buen estado.

6. Nunca dejes de aprender
Otras personas se han enfrentado a los mismos problemas del presente y han dejado sus enseñanzas por escrito. Una hora de lectura al día durante un año es el equivalente a ir al trabajo durante dos meses a sólo a leer, lo que hace de nueve a dieciocho libros anuales. Eso hace una gran diferencia. También puedes convertir tu coche en una ‘universidad móvil’. Una persona pasa en su coche entre 500 y 1 000 horas al año. Si un audio–libro se escucha en dos horas, los números son claros.

7. Practica la gratitud, la generosidad y el optimismo
Todo empieza por la gratitud, es lo que mantiene conectado al universo. Las cosas positivas ocurren a gente positiva. Desde el derrotismo, el pesimismo y la negatividad es difícil construir. Bajo ese estado sólo se hacen cosas mediocres. Está comprobado que quien practica la gratitud, la generosidad y el optimismo tiene un estado mental más propicio para el éxito. Todas esas prácticas te hacen sentir bien y esa actitud positiva influye poderosamente en tu rendimiento. Cuida también de quien te rodeas. La vida de un individuo es la media de las cinco personas con las que más se relaciona.

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