Con frecuencia escuchamos en el entorno empresarial que la dificultad no radica en realizar la planeación estratégica de la empresa sino en su ejecución. Esto se maximiza cuando el ecosistema se vuelve incierto o se enfrenta una crisis.
Como cada seis años, hoy nos encontramos ante un panorama complicado donde cierra una administración y comienza una nueva, generando incertidumbre económica y social; sin embargo, esto no nos debe quitar la visión y objetivos que se tienen planteados dentro de la empresa. Si bien los factores externos pueden influir en la forma de planear y ejecutar la estrategia es importante enfocarse en lo que está en nuestro control.
Cualquier empresa que aspire llevar sus objetivos y visión a buen puerto debe poner especial atención en los siguientes puntos para ejecutar la estrategia de manera correcta:
1.- Conocer a sus colaboradores. Entender cuáles son las capacidades y limitaciones que tienen cada uno de los integrantes de una organización es fundamental para saber cómo aprovechar el talento humano cuando las condiciones externas cambian.
2.- Enfocarse en la realidad. Se tendrán resultados confiables en la medida en que se tome en cuenta la situación a la que se enfrenta, por lo que la toma de decisiones siempre debe basarse en datos duros.
3.- Conocer detalladamente el modelo de negocio, la industria y la ventaja competitiva de la empresa.
4.- Definir con claridad los objetivos y generar prioridades. Si los objetivos no son claros para todo aquel que tiene que contribuir al logro de los mismos, existe el riesgo de enfocarse en actividades secundarias y no alcanzar los resultados esperados. Para tener mayor claridad conviene realizar una matriz de urgente e importante donde podremos definir las prioridades de los objetivos.
5.- Dar seguimiento a la estrategia. Es natural que en tiempos de crisis o en situaciones adversas, se descuide la ejecución de la estrategia al reaccionar a dichas situaciones por lo que es importante tener un modelo dual de ejecución de la estrategia y ejecución de la operación diaria.
6.- Contar con buenos medios de comunicación internos. Esta es una de las debilidades más comunes en las organizaciones. Generar una cultura que propicie la comunicación asertiva entre las diferentes áreas y niveles de la empresa es lo que le permitirá enfrentar cualquier situación externa tomando decisiones objetivamente.
Etapas de cambios o épocas difíciles siempre hemos enfrentado, y vendrán más; debemos estar preparados para enfrentarlas y seguir con rumbo para cuando lleguen tiempos mejores; es importante nunca perder la calma, saber con quién contamos, generar una ventaja competitiva permanente y dar continuo seguimiento a lo planeado.
Por: Ing. Jorge Pérez Mar