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El “emprendedor tipo” es joven, dinámico, arriesgado… y ha cometido muchos errores antes alcanzar el éxito. Uno de los más comunes, coinciden estos especímenes, es pretender atraer inversiones con solo platicar una idea.
La regla de oro es sencilla: haz todo lo contrario de lo que haría Javi Noble. Líder Empresarial aprendió eso de la charla que Julio Garza, de Dila Capital México, ofreció a estudiantes en el encuentro organizado por AIESEC en Aguascalientes, Youth to Business.
Estos son sus cinco mejores consejos:
1. Que el problema no te duela a ti
Un producto o servicio busca resolver un problema o una necesidad. Si la necesidad es la de un pequeño grupo de gente (como las gasolineras VIP de Javi Noble), pronto va a quebrar.
2. Muévete antes de pedir inversión
Un emprendedor que llega con una imagen institucional creada, tarjetas de presentación, un equipo de trabajo bien preparado, cartas de intención firmadas, etc., es más confiable ante los ojos de un inversionista.
¿Por qué alguien invertiría en algo en lo que ni su mismo creador invierte tiempo, dinero y esfuerzo? En cambio, alguien bien preparado transmite confianza, pasión por el negocio y no da la impresión de ser un junior que solo estira la mano esperando que le den dinero por sus relaciones, apellido o linda cara (como Javi Noble).
3. La deuda no es el mejor camino
Pocos emprendedores comienzan un negocio sabiendo mucho de finanzas. Pero Garza recomienda poner mucha atención a los intereses de los créditos bancarios que, aunque se ofrecen a Pymes y emprendedores, pueden significar que el empresario “trabaje para pagarle al banco”.
Julio recomienda buscar y conocer fondos y grupos de inversionistas ángeles u otras alternativas que mejoren las posibilidades, primero de subsistencia y después de rentabilidad de un negocio.
4. Menciona a la competencia
Y no de una forma negativa. Lo que dice Julio tiene lógica: como nadie está inventando el hilo negro, siempre habrá empresas que se parezcan a la tuya. Así que debes conocerlas para poder decirle a los inversionistas en qué se distingue de ellas el negocio que quieres arrancar y por qué resolverá el mismo problema de forma más eficiente.
5. Si lo entiende tu abuela…
Es otra regla de oro: explícale a tu abuela qué quieres resolver y cómo. Si lo entiende, cualquier persona lo entenderá.
Un inversionista tiene poco tiempo y si pierdes su atención tratando de explicar algo que ni tú entiendes, seguramente también perderás su inversión.