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30 meses y contando. ¿Cómo recuperar el mercado interno automotriz?

La importancia de la industria automotriz para el desarrollo económico de los países ha ido aumentando al paso de los años hasta el punto de representar un propulsor para otros sectores de alto valor agregado.

Para México, este tipo de industria representa un rubro estratégico que genera una importante derrama de capacidades tecnológicas que encuentran cabida en otros sectores como el eléctrico, electrónico, marítimo, aeroespacial, entre otros.

Sin embargo, el mercado automotriz global atraviesa por un momento complejo, y en nuestro país, una de las principales inquietudes es el bajo volumen de ventas en el mercado interno.

Mercado al cierre de año 2019

De acuerdo a los registros administrativos de la industria automotriz, proporcionados por la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz y divulgados por el INEGI, de enero a diciembre de 2019 se vendieron en nuestro país un total de 1 millón 317 mil 727 vehículos, lo que representa una caída del 7.65 por ciento en comparación con la cantidad de vehículos que se vendieron en el mismo periodo de 2018, que fueron 1 millón 426 mil 926.

El único mercado que parecía subsanar la situación interna era el de las exportaciones. Sin embargo, al término del año también fue en picada, al enviar al exterior un total de 3 millones 333 mil 586 unidades, lo que representa un 3.35 menos en comparación con 2018 cuando se mandaron 3 millones 449 mil 201 unidades

El motor se apagó

La caída en la comercialización de autos se podría adjudicar a ciertos factores nacionales e internacionales, siendo el principal tema la prolongación del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el cual, a pesar de haber sido ratificado, sembró incertidumbre e intolerancia entre los empresarios.

Para Cuitláhuac Pérez, director de Maindsteel y presidente de Grupo MAEN, las políticas públicas del actual Gobierno federal también han sumado a la incertidumbre de compra de vehículos nuevos, impactando directamente en la confianza del consumidor mexicano: “el problema principal radica en que los empresarios ya no están invirtiendo debido al  panorama de incertidumbre en México. Pero no estamos en recesión, lo que sucede es que no hay flujo de dinero y eso produce estancamiento económico”, comenta.

Esta situación también llegó a permear en la generación de empleos dentro del sector, pues según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), tan solo en el 2019, de enero a octubre, la variación porcentual anual de trabajadores asegurados y permanentes en el ramo bajó de 3.9 millones a 1.82, lo que significa un retroceso en la contratación de colaboradores.

De acuerdo con David Plascencia Barrera, presidente de la Asociación Nacional de Comerciantes en Automóviles Nuevos y Usados (ANCA), esto causó una reacción en cadena, derivando el cierre de agencias y paros en la producción automotriz mundial: “el mercado ha bajado, la economía en general ha creado un panorama que exige la renovación en el modelo de ventas y de las instalaciones de las agencias, sin embargo no hay presupuesto por lo mismo, porque no hay ventas”.

Volver a comenzar

En junio del 2019, la industria automotriz nacional se declaró oficialmente en crisis. Sin embargo, los organismos relacionados con el sector insisten en que la generación de confianza entre los clientes será un factor clave para que se revierta la situación.

Para Aguascalientes, un estado que depende mucho de esta industria para su desarrollo económico, y de la cual actualmente se generan más de 46 mil empleos directos en la entidad, la diversificación puede ser la solución: “hay otros mercados que están creciendo, qué están incursionando en la innovación y no dependen de la industria automotriz, por ejemplo la tecnología 4.0, la robótica y la agroindustria. En éstos se puede tomar parte”, señala Cuitláhuac Pérez.

De acuerdo con el directivo automotriz, la situación también exige el implemento de estrategias integrales que incluyan investigación, desarrollo y manufactura, así como procesos de financiamiento y mercadotecnia para poder implementarlas en el usuario final. Así, resalta, se podrá fortalecer el mercado interno, impactar positivamente al medio ambiente, y generar buenas relaciones comerciales internacionales con el desarrollo de tecnología e innovación.

Con estos factores trabajando en conjunto, para el 2020 el mercado podría tener un repunte, concluye Pérez: “estoy seguro que la cara va a cambiar en el primer trimestre del año venidero, pero debemos de seguir trabajando. El primer parámetro será esos primeros meses, aunque me temo que para recuperar lo que se ha dejado de vender sí tomará todo el 2020”.  

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