El miércoles 8 de octubre, en el marco de los festejos del 40 aniversario del Centro de Investigación y Docencia Económica Región Centro (CIDE), se presentó un panel conformado por los académicos Kurt Unger, Carlos Urzúa Macías y Jaime Serra Puche, con la conferencia magistral: “ El TLCAN: Veinte años después”.
Jaime Serra Puche, doctor en Economía por la Universidad de Yale y principal artífice del Tratado de Libre Comercio con Norteamérica en 1994 (como secretario de comercio y fomento industrial de ese momento), expuso un interesante análisis acerca de la apertura comercial de México; los efectos económicos en el país y América del Norte originados por el tratado; y los retos que tiene en un futuro el también conocido North American Free Trade Agreement (NAFTA).
Serra Puche introdujo este tema con la explicación de la situación “proteccionista” que vivía México, lo cual finalmente lo llevó a integrarse al GATT 40 años después de su creación en 1943, dada la lógica que a menores aranceles, mayores importaciones y exportaciones en una economía y, por ende, una mayor competitividad.
“En México se exportaban 140 millones de dólares diarios en 1994; hoy en día, se exportan 1,000 millones de dólares diarios”, comentó. No obstante, aclaró, el TLCAN no ha ocasionado el crecimiento económico esperado, esto porque fue concebido, principalmente, como un medio para aumentar las importaciones y exportaciones, y no como la panacea de los problemas económicos del país.
Por otra parte, Jaime Serra Puche explicó que antes del Tratado de Libre Comercio con América del Norte se dependía aún más de Estados Unidos, “la Inversión Extranjera Directa aumentó de 2,000 millones de dólares al año en 1994, a 20,000 millones de dólares hoy en día”.
El también exsecretario de Hacienda del sexenio de Ernesto Zedillo expuso que en el presente, México tiene muchas ventajas competitivas dada su ubicación geográfica privilegiada, la cual le permite competir en precios de transporte y manufactura en comparación a China. Aunado a esto, el país tiene un bono demográfico en que existe y habrá una población joven, contra la tendencia demográfica de China que tenderá a envejecer en unos años más.
Por otro lado, y de manera conjunta con Urzúa Macías, habló de los aspectos negativos de este acuerdo comercial con Norteamérica. Ambos académicos coincidieron en que lo contradictorio se debe a que el estado mexicano no supo acompañar la implementación del Tratado de Libre Comercio con políticas públicas acordes, las cuales permitieran un mejor desempeño económico.
Por último, exhibió que los principales retos que enfrenta el TLCAN son la implementación de un mejor sistema migratorio, en el cual se puedan tener trabajadores temporales en Estados Unidos, tal y como se hace con Canadá, puesto que las barreras migratorias de los estadounidenses han ocasionado que infinidad de trabajadores que intentan tener un trabajo temporal y regresarse a México en cuanto les es posible, ya no lo hagan así por lo riesgoso y complicado que es regresar nuevamente a EUA. Esto trae como consecuencia que decidan mejor hacer su vida en este país hasta poder regularizar su situación, si es que lo logran.
Asimismo también debe mejorar y exigir como país que no se discrimine a los transportistas mexicanos en cuanto al acceso de las unidades de carga pesada en el país vecino; entre otros pendientes más, relacionados sobre todo con aspectos jurídicos.
En otro orden de ideas, Jaime Serra Puche dijo que si bien, la firma de otros Tratados Comerciales ha impulsado el comercio exterior mexicano, se debe tener un especial cuidado con el Trans-Pacific Partnership (TPP), mejor conocido como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, puesto que México negoció distintos acuerdos paralelos dentro del TLCAN que lo benefician ampliamente; pero, al adherirse al TPP, pudiese perder muchos de estos beneficios.
Fue una gran iniciativa del CIDE haber traído a uno de los personajes más controvertidos del estado mexicano de los últimos años y que este exprese sus balances personales relacionados con la firma del TLCAN. Lo cierto es que este documento permitió a México tener un mayor protagonismo en la escena internacional; además, fue la “bisagra” entre América Latina, Estados Unidos y Canadá en las materias comercial, económica y política. No obstante, como bien decía Carlos Urzúa, será necesario que, en conjunto con la firma de los tratados comerciales, se implemente un acompañamiento de políticas públicas adecuadas que incentiven el adecuado uso de estos instrumentos de la política comercial del país, lo cual permitirá su aprovechamiento y no continuar perdiendo competitividad.