La Universidad de Monterrey (UDEM) ha sido escenario del 10.° Foro Internacional de Empresas Familiares Dr. Burton E. Grossman. Donde se resaltó la importancia de involucrar a las próximas generaciones en las empresas familiares.
En un evento marcado por dos conferencias magistrales de Ranai Labaki e Isabel Nogueroles y un panel de alto nivel, el foro abordó un tema clave para el futuro de estas organizaciones: cómo preparar a la NextGen para asumir el legado empresarial.
El caso de éxito de Grupo Proeza
Uno de los momentos más destacados del foro fue el panel protagonizado por la familia Zambrano, fundadores de Grupo Proeza. Esta empresa familiar, fundada en 1956, se ha convertido en un referente en la gestión de empresas multigeneracionales.
Hoy en día, Proeza cuenta con cuatro plataformas de negocio que operan en nueve países y más de 13 mil colaboradores.
Los Zambrano compartieron las estrategias que les han permitido no solo crecer como negocio, sino también consolidar un legado que sigue impactando a las comunidades donde operan.
La importancia de formar a la NextGen para asegurar la continuidad
Mario Páez González, —rector de la UDEM— durante su mensaje de bienvenida, subrayó que ayudar a la comunidad de empresarios es parte fundamental de la misión de la UDEM. Destacando que la formación y continuidad de estas empresas es clave para asegurar su productividad y éxito a lo largo de muchas generaciones.
“Estoy seguro de que vamos a salir de aquí con muchas ideas nuevas, vamos a aclarar muchas dudas, y los invito a que pregunten, que no se queden con ninguna duda, porque eso es lo enriquecedor de estas conferencias”, añadió el rector.
Asimismo, uno de los temas recurrentes en el foro fue la necesidad de preparar a las próximas generaciones para asumir roles de liderazgo en las empresas familiares.
Durante el foro, Pablo Odriozola, presidente del Consejo del Centro de Empresas Familiares, destacó la importancia de definir los roles que las próximas generaciones deben asumir dentro de la estructura familiar. Uno de los principales desafíos discutidos fue la creación de un diálogo intergeneracional que permita alinear expectativas, valores y objetivos empresariales.
De este modo, para lograr este equilibrio, se subrayó que la formación no debe limitarse únicamente a los aspectos técnicos del negocio. La formación de valores, como la comunicación, la unidad y el trabajo en equipo, es esencial para garantizar la longevidad de las empresas familiares.
Estos principios, inculcados desde temprana edad, permiten que las nuevas generaciones comprendan el valor del legado que heredan y la importancia de protegerlo y fortalecerlo.
El reto de las empresas familiares
Carlos Basurto Meza —vicerrector de Vinculación de la UDEM— subrayó durante el evento que asegurar la longevidad en las empresas familiares requiere más que solo una buena gestión empresarial.
“La paciencia, la tenacidad y la sabiduría de los fundadores son puestas a prueba constantemente, ya que el equilibrio entre la familia y el negocio es fundamental para su éxito”, comentó Basurto.
Además, las empresas familiares enfrentan retos particulares, como la sucesión de liderazgo y la adaptación a nuevos contextos económicos y sociales. Según datos presentados durante el foro, más del 70% de las empresas familiares en América Latina no sobreviven a la segunda generación, y solo un pequeño porcentaje llega a la tercera.
Premio Adalberto Viesca Sada
Finalmente, Arturo Rivadeneira, director del Centro de Empresas Familiares, lanzó la convocatoria del Premio Adalberto Viesca Sada. Un reconocimiento que busca destacar a las empresas familiares, investigadores y consultores que han demostrado avances significativos en las mejores prácticas de este tipo de organizaciones.
En resumen, el 10.° Foro Internacional de Empresas Familiares de la UDEM dejó claro que el futuro de las empresas familiares depende de la preparación de las próximas generaciones.
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